TRUE

5 años después

Mina pov:

Habían pasado 5 años después de mi ruptura con Chaeyoung.

Sana, mi hermana, me motivaba cada día a ponerme feliz o por lo menos evitando de no ponerme triste

El saber que esperaba un hijo de Chaeyoung me entristeció el corazón, pero trataba de mantenerme feliz durante mi embarazo, aunque había momentos en el que no podía aguantar y estallaba en llantos cuando llegaba a casa después de ir con el doctor a ver cómo mi bebé crecía con los meses durante mi vientre.

Enviaba cartas a Chaeyoung y fotos de nuestro bebé, pero ella jamás respondió, supongo que ya no quiere saber nada de mí después de todo lo que le dije.

Después de toda aquella maldita mentira que le dije, si pudiera regresar el tiempo le contaría la verdad, hubiéramos huido las dos juntas sin nadie que nos moleste, solo siendo ella y yo.

—Mami, mami mida una madipoda.

Mi pequeño me mostró una mariposa azul que posaba en su pequeño dedo índice, la mariposa aleteaba con calma y suavidad. Como si fuera la mariposa más serena al estar posada en el dedo de un niño.

—Mami, mami, mami ya hay que alistarnos.

—Vamos Mina, tú no estarás sola, yo estaré contigo.

Jihyo tocó mi hombro para animarme y sentirme segura de lo que pasaría.

—Te veo dentro un mes bombom.—Winter me tomó de la cintura y me besó. Yo la abracé mientras la besaba.

—Te estaré mandando mensajes, Winter.— la volví a besar hasta que sentí una manito jalar mi blusa.

—Yaaa vamos mami, deja a tu novia.

Me separé de ella y me despedí mandandole besos al aire, ella hizo lo mismo.

—¡Momo, deja esas esposas es del oficial!.

—¡Mamá, es igual cómo el que tienes tú cuando juegas a la policía y al ladrón con mi mami!.

Jihyo rió avergonzada al escuchar que su hija delataba sus fantasías sexuales mientras yo me aguantaba de la risa.

Ella jaló de la muñeca a Momo, es como una niña cuando le dan azúcar. Es muy hiperactiva, por lo que la tenia que tener en sus manos todo el tiempo aunque a veces le ponía su mochilita de su animal favorito, un mapache con correa.

Pasamos del detector de metales y urgeteada de maletas.

Ahora era tiempo de ingresar al avión.

—Adiós Etado Unidos.

—Sii, adios Estados Unidos.

Momo y Sung se despedían de la tierra americana mientras que el avión empezaba a despegar y comenzaba su marcha a vuelo.

—Todo va a estar bien Mi- ¡Momo, ponte tu cinturón, te lo acabo de poner, ahora te la pones tú!—Hyo empezaba a renegar entre dientes tratando de no gritar.

—Señorita, por favor abrochele el cinturón de seguridad a su hija.— La tripulante se acercó a nuestra silla y Hyo se levantó de inmediato.

—Jejeje sii ahorita. Última vez que haces eso Momo—volvió a regañar bajito mientras que empezaba a llorar pero era un lloriqueo falso —No, aquí no esta tu mami Sana para defenderte, así que te me comportas por lo menos en este avión señorita.

Hyo regresó a su asiento sin quitarle la mirada seria de encima.

—Igualita a Sana.

—No me digas que así era Sana.