Tacto infernal || chaggie

17 × Speechless

Corrió con el resto de aire que le quedaba en sus pulmones, corrió con la velocidad suficiente para dejar de sentir el dolor de su pecho, y en vez de eso, sentir el dolor que poco a poco se iba agrandando en sus piernas

Ahogada en el suficiente pesar que podía ser el momento que aquella pregunta se hizo entre la multitud, solo podía ir cada vez más lento conforme el tiempo pasaba, como si estuviera cayendo con cada paso que daba en un espeso líquido que la jalaba cada vez más al piso

A este paso sería consumida por sus mayores pesadillas, sin capacidad de pedir clemencia, sin capacidad de disculparse

« Quería decírtelo

« No tenían la culpa

« No sé porque lo hice

Eran momentos en los que deseaba haber hecho todo lo que alguna vez prometió hacer, momentos en dónde sus pecados escalaban cada vez más rápido hasta adentrarse en su interior

Iniciando por el hueco en su ojo

— Gritar no te servirá, Vagatha, nadie podrá escucharte en mi oficina

Sentada en una silla, su boca derramó un líquido negro igualmente espeso, cayó de la silla mientras el líquido seguía bajando por los pliegues de sus labios negros

Las lágrimas empezaron a combinarse en un charco asqueroso de líquidos pecaminosos, de los cuales nunca podría escapar

Eran su pecado, su mayor error, su..

— Vagatha

« Todos menos tú, Charlie

Su lanza aún permanecía en sus manos negras, temblorosas y dudosas, llenas de miedo, pero aún así con una decisión del cual ya no podía negarse

Tocó a fondo con su lanza su otro ojo, derramando negro

El pecado te envolviste, y en el morirás

Carajo

Todo para una pesadilla estúpida?

Sentía el sudor resbalarse por su piel pálida y gris, su único ojo se abrió de par en par, mirando el techo de la habitación con terror

El sudor no era lo único que caía de su rostro, las lágrimas de su ojo mojaron sus mejillas mientras recomponía su postura

Solo una pesadilla, Vaggie, es solo eso

Intentó levantarse de la cama, pero la tenían acorralada entre el brazo y la pierna de la princesa, quién dormía a su lado con una expresión angelical

Aquella mujer que ama, abrazándola mientras duerme, como siempre lo hace, respiraba con tranquilidad contra su pecho

Quizás sus pesadillas la lleven a situaciones descabelladas, la realidad siempre era una

Charlie la iba a esperar en su cama por la mañana, con una sonrisa estúpidamente dulce, deseándole unos buenos días, besando sus labios, su frente, su ojo, sus manos

Cómo si fuera el ser más angelical de toda la creación, viviendo una mentira de la cuál nunca quisiera arrebatarla

Saber que Charlie siempre la vería con un amor inmenso era un regocijo del que no quería escaparse

—Te amo

En la mañana, todo estará bien, siempre lo estaba en las mañanas, nada malo pasaría

—Yo igual

—...

—Otra.. pesadilla?

—...

Besó la palma de su mano y la mantuvo abrazada, sin palabras más allá de un pequeño suspiro

—Te amo, Vaggie

—...Yo igual, Charlie