ᴛᴇ ᴅᴇꜱᴇᴏ ᴜɴ ʜᴏɢᴀʀ

Capítulo 5

Elara Herández.

     —¿Estás en un grupo?

—¿Eh?

Aria apoya un codo en mi hombro y mira alrededor de la cancha, mientras yo solo me quedo sorprendida por lo bien que huele. A ver, sé que es algo normal, pero caminar junto a los demás estudiantes bajo este horrible sol me ha dejado, probablemente, con traumas. Tantos olores... ¿por qué parecía que en lugar de bañarse la gente sólo se rociaba con desodorante?

Estoy a punto de responder, pero Aria me mira con ojos brillantes y sonríe.

—Yo no, andaba medio perdida por el campus, ¿queda lugar en el tuyo?

Levanto las cejas, ¿ella quiere trabajar conmigo? Inmediatamente miro alrededor, varios grupos de personas han dado vuelta la cabeza sólo para mirar a Aria, y no es para menos. La mayoría parecemos zombies o básicamente nos estamos derritiendo en este maldito lugar, mientras ella tiene la piel fresca, de ropas combinadas, y encima es amigable y sonriente.

¿Por qué quiere trabajar conmigo entonces?

—¿Ela?

—¿Ah? —pestañeo— Ah, sí. Bueno, no sé. Preguntemos, ¿se puede? —digo, mientras me giro a Sebastian.

—Por supuesto.

—¡Genial!, ¿cuál es?

Como lo había supuesto el otro día, Aria es extrovertida de una forma extraordinaria. No del tipo extrovertido que odio, como el que me presionaba para hablar, o hacía chistes que en lugar de risa me provocaba fruncir el ceño. Me siento cómoda con ella. Simplemente es... muy habladora. Cuando nos sentamos en la ronda, la gente le pregunta cosas, lo básico, como de dónde viene y qué carrera hace, sin embargo, en todo momento intenta mantenerme dentro de la charla, como si fuera importante que yo participara.

Para mi sorpresa, es divertido.

—¿Se conocieron ayer?

—Sí. Ela me cayó del cielo.

—Me gusta más pensar que subí del infierno.

Creo que se enojará por interrumpirla, la gente extrovertida siempre se ofende cuando un introvertido no los deja terminar de hablar. El tipo junto a mí me quedó mirando con una ceja encargada por mi comentario, y siento las miradas incómodas de la gente sobre mí.

Aria hace una pausa, me mira de reojo y suelta una risilla, que me provoca una a mí.

—Estaba completamente perdida, ¡Elara me acompañó hasta mi departamento! No hubiese llegado a tiempo si no fuera por ella.

Me encojo un poco, toda la ronda parece mirarme de golpe y la tensión sube por mi espalda. Qué cosa incómoda. Odiaba que mucha gente me mirase, ¿por qué solo yo parezco incómoda? Entonces miro al frente. Sebs está con una pierna doblada hasta su pecho y apoya el codo en la rodilla, cuando Aria dice eso, me entrecierra los ojos.

Miro a cualquier lugar que no sea él.

Cuando fijo la vista en el chico junto a mí, abro la boca para decir algo y distraerme, pero él gira la cabeza inmediatamente y le dice algo a la chica junto a él. Frunzo el ceño porque sé que lo hizo a propósito, pero bueno, ni yo quería estar aquí y conocer gente. Quién era para juzgar. Luego una intensa charla donde Sebastian responde varias preguntas respecto al campus y la administración nos da un papel de afiche blanco gigante, y nos divide en pequeños grupos.

Quiero gritar de frustración porque ahora sí me veo obligada a interactuar con la gente.

—¿Qué tal? Aria Leur.