epílogo

358 47 27
                                    


3 años después

Los últimos minutos son los más estresantes para YoonGi, quien se encuentra sentado en las pequeñas gradas junto a SeokJin y JungKook. Los nervios le hacen morderse las uñas y no quiere imaginarse ni por un segundo como tiene que estar JiMin.

JiMin, que se encuentra sentado en el banquillo, parece estar mil veces peor que él. Durante el partido, el castaño no puede parar quieto, se mueve de un lado a otro, grita de vez en cuando instrucciones a los chicos, y suelta pequeños insultos cuando alguien del equipo contrario comete una falta. Pero en los últimos minutos, siempre estaba callado y quieto, como si guardase el aire hasta el último momento.

Y por seguido, no quiere imaginarse a su pequeña hija de diez años, atenta a la pelota que se mueve con rapidez de un lado a otro del campo. En la portería, Iris parecía demasiado concentrada como para parecer nerviosa.

YoonGi tenía una especie de amor-odio con esos momentos de los partidos. Odiaba los nervios a flor de piel, la manera en la que cuando el marcador dictaba los últimos minutos se comenzaba a sentir un tanto mareado, la forma en la que a veces, se mordía el labio inferior hasta hacerlo sangrar.

Pero a la vez, amaba todo lo que aquello traía, amaba tener a SeokJin y JungKook siempre a su lado, tomados de las manos casi tan nerviosos como él, amaba la emoción y la adrenalina cuando el tiempo terminaba y el equipo de Iris resultaba ganador, amaba abrazar a su hija con emoción y besar a JiMin con entusiasmo.

Así que cuando el tiempo termina y el marcador se encuentra 5-3, YoonGi y SeokJin saltan de sus asientos para gritar, repletos de emoción.

Y entonces, su parte favorita de todos los partidos. Iris sale disparada hasta donde JiMin se encuentra, lanzándose a sus brazos para abrazarlo con fuerza. El resto del equipo la imitan, corriendo hasta su entrenador para celebrar que lo habían logrado, habían ganado.

Y es algo tan simple como eso, pero era la parte favorita de YoonGi. Su corazón se llenaba de cariño y orgullo, y una sonrisa siempre se dibujaba en su rostro mientras los miraba. Queriendo guardar aquella imagen para siempre.

─¡Hemos ganado! ─Iris exclama con emoción cuando YoonGi llega hasta ellos, lanzándose a sus brazos para abrazarlo con fuerza.

─Habéis ganado, amor ─YoonGi asiente con la mayor sonrisa en sus labios.

Iris se separa para mirar a su padre y a sus tíos.

─¿Has visto cómo he parado ese gol casi al final? ¡A sido alucinante! ─La pequeña salta de la emoción y YoonGi solo puede soltar una pequeña risa.

─Si que lo ha sido preciosa, lo has hecho genial.

Iris sonríe antes de abrazar a SeokJin.

─¿Qué te ha parecido? ─Le pregunta con ojos brillantes de emoción.

─Me ha parecido, que eres la mejor portera del mundo. ─Iris suelta una pequeña risa y asiente.

─Si lo dices tú será porque debe ser verdad ─Iris dice y SeokJin ríe.

─Has estado increíble, bebé ─ JungKook dice con cariño.

Iris lo abraza también, repleta de emoción porque todas sus personas favoritas se encuentran ahí para ella.

─Gracias tío JungKook.

YoonGi los observa con un agradable calor en su pecho, sintiendo que esto es finalmente lo que siempre había querido. Su pequeña familia.

─¿Yo no tengo un abrazo? ─Los brazos de JiMin se envuelven en la cintura de YoonGi, haciendo que el pálido se gire para mirarlo..

Y no pierde un segundo en besarlo, allí en medio, en mitad del campo de fútbol, delante de cualquiera que pudiera verlos. Besándolo como si el resto del mundo dejara de existir.

𓍯  ¡ᥱᥒ𝗍rᥱᥒᥲძ᥆r ⍴ᥲrk! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora