# ° # CAP 3 # ° #

55 22 4
                                    


Eso era algo que solo atormentaba a Lay cada día que pasaba, sabía que su estancia en ese hogar se acortaba con el pasar del tiempo, pero no podía decir nada hasta que se marchara. Siempre le tuvo un gran aprecio al chico que era un hermoso y apuesto hombre de treinta años.

Un hombre que empezó a despertar cierto interés en Wang Yibo y no era para nadie algo que no pase desapercibido más que para los ojos enamorados de Lisa. Pobre mujer que no sabía lo que la vida le deparaba en unos meses y todo debido a sus acciones apresuradas.

La conciencia es tu peor juez.

-¿Qué es esto?

-Es un documento oficial del juzgado. -se cruzó de brazos después de terminar sus ejercicios-. Lo dice claramente en el papel, señor Wang.

-¿Divorcio? ¿Qué tramas con esto Xiao?

-Busque una solución al problema. -tomó un sorbo de agua-.

-Así que buscaste una solución al problema.

-Sé que tenías intenciones de separarte, pero había una cláusula que lo impedía ya que perderías tu herencia.

-Estabas enterado de todo, pero...

-No importa como lo se, pero ya está todo solucionado.

-¿Quién sabe sobre esto?

-Descuida, nadie sabe sobre esto y pensé hacer pública la noticia en el aniversario de la empresa y así matarás dos pájaros de un solo tiro.

-¿A qué te refieres?

-Tus accionistas están molestos porque te casaste con un don nadie y sé que todos prefieren a Lisa.

-Es cierto, pero pocos eran los que sabían ¿Cómo te enteraste?

-No importa como. Solo lo sé.

-Por eso empezaste a actuar de forma sumisa. Ya tenías todo planeado

-Piensa lo que quieras. -suspirando-. Entonces, cuando se haga pública la noticia del divorcio podrás hacer oficial tu unión con Lisa.

Debería de alegrarle la noticia pero sentía que le dolía el pecho. La tranquilidad con la cual lo decía todo era como algo surreal, ya que la paz que mostraba en su rostro era demasiado perturbadora porque sus ojos no eran coherentes con su postura.

-Solo pido algo.

-¿Sabía que...

-Ni siquiera expongo lo que deseo y ya estás asumiendo.

-Habla.

-Primero debo decirte quien fue la persona que me asesoró para no generar malentendidos.

-¿No creo que sea necesario?

-La persona que me ayudó fue Alen Fang.

-¿Alen Fang?

-El me ayudó en todo esto.

-¿DE DONDE LO CONOCES? Espera. Entonces él es tu amante.

-Ya te dije, piensa lo que quieras.

-A Han tenía razón cuando me dijo que tuviera cuidado contigo ¡Eres una mosca muerta!

-¡Bájame el tono Wang Yibo! .-siseo con molestia-. Ni siquiera debías saberlo pero veo que no debo ser considerado contigo.

-¡Tú!

-En unos meses seremos libres de hacer lo que queramos. -sonrió con ternura-. Así que hasta que eso pase lo único que quería decirte es que no quiero cruzarme contigo en la casa.

-¿Claro? Ahora el ofendido eres tú y yo soy el puto villano. Ahora me dejas porque encontraste a alguien que tiene más dinero. Eres una maldita escoria que...

La bofetada fue un suceso extraordinario incluso para Lay y Cheng que observaban todo desde la puerta, pero lo que le afectó más a Yibo fue ver el rostro dolido de Zhan y solo vio en dos ocasiones aquella mirada.

Aquel suceso fue cuando se casaron en su noche de bodas, puesto que lo humilló de la peor manera tomándolo a la fuerza y cuando regresó de su viaje de luna de miel con Lisa.

Aunque algo no le gustaba de esta ecuación. Era algo que no llegaba a entender. El odiaba a Zhan y ni lástima sentía por él; entonces porque le dolía verlo en ese estado lamentable.

-No pienso aguantar una humillación más de tu parte. -susurro-. Tu nunca me conociste y tampoco lo harás. -secó las lágrimas rápidamente-.

-Yo... lo siento. Discúlpame. -trato de acercarse-.

-¡No me toques! Y tú no sientes nada. Ni sentimientos debes de tener.

-...

-Lo único que sientes es satisfacción al humillarme como siempre lo haces. -sollozo-.

Yibo trató de acercarse para abrazarlo, aunque no sabía porque, sentía que se les escapa de las manos esa situación. Sentía que le dolía ver en la forma que estaba Zhan puesto que a pesar de tener siempre peleas, nunca lo vio llorar con esa pasión que desborda.

-¡Soy tu esposo! Te guste o no aún puedo tocarte.

-¿Sabes de que me doy cuenta? Eres un maldito cretino, arrogante y prejuicioso. Recién puedo verte como realmente eres.

-¿De que te diste cuenta? Siempre fui así y no es mi problema que no lo vieras.

-Lograste al final lo que tanto querías. Felicidades señor Wang. -aplaude con entusiasmo-.

Siempre consigues lo que quieres cuando te lo propones.

-¡¿Qué?!

-¡Te odio! ¡Te odio Wang Yibo! Como no tienes idea. Y si la vida siguiera después de la muerte te seguirá odiando.

-Imposible. No te creo. Tú me amas.

-Esta situación me lastima. -señalo su corazón-. No más por favor. Ya para. -cayó al piso llorando-.

Yibo por puro instinto abrazó al azabache cuando lo vio derrumbarse. En ninguno de sus peleas jamás se había completado de aquella forma. Se sintió tan perfecto e irreal que asusto con demasiada

Pero Zhan recobró la cordura y se alejó intempestivamente cuando un rostro conocido se asomó por la puerta riendo maliciosamente detrás de los chicos.

-Espero que llegue el momento para poder irme. -se separó de su agarre-. Así nunca volverás a verme y tampoco tendré que sufrir a tu lado.

°•°•°•°•°•¤•°•°•°•°•°

El gran día llegó y tanto Zhan como Yibo se sentían extraños al tener que fingir delante de los demás, se sentía tan fuera de sí e incluso esto agravó el problema de salud que tenía Zhan desde hace unas semanas atrás.

Demasiadas cosas habían pasado en su vida en un abrir de ojos, deseaba con toda su alma que este momento llegara para poder irse y desaparecer del mundo que lo rodeó por tanto tiempo.

Lo último que llegó a imaginar que podía pasarle era tener que cargar con una pena tan grande que hasta podría borrarse de su mente y corazón si tan sólo pudiera retroceder el tiempo. 

Crossed LovesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora