Bombón | Hyunlix

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(Contenido explícito)

Félix estaba calentando en el
gimnasio ya que era hora del periodo de educación física. Hyunjin por otro lado, jugaba con su equipo en la cancha del gimnasio. El rubio tomó un pase y encestó una canasta mientras alardeba y los gritos de las chicas llenaban aquel espacio, Hyunjin volteó a ver al azabache quien hacía algunos ejercicios de estiramiento.

—¡Bombón, está va por ti! —dijo el rubio anotando nuevamente para luego tirar un beso volador al azabache. Félix arrugó el ceño mientras tapaba su cara con su mano. —Maldición, este tipo..

Al terminar, Félix fue a cambiar su ropa. El azabache entro a los vestidores en dónde el ruido de las duchas, no puso mucha atención a quien estaba en una de las duchas así que se dispuso a cambiar su ropa. Por otro lado, Hyunjin quien tomaba una ducha se percató de que alguien había entrado a los vestidores; pensó que sería alguno de sus amigos pero al ver fuera de la cortina se llevó una gran sorpresa. La espalda desnuda y pálida del azabache quien secaba su sudor con una toalla, Hyunjin sintió una punzada en su abdomen al ver el cuerpo semi desnudo del pecoso. En cada movimiento, Hyunjin podía ver cada centímetro del pecho y espalda desnuda del azabache. Esos lindos piercings que lo hacían delirar y esa hermosa piel de porcelana, Félix quitó sus pantalones de gimnasia dejando ver esos lindos muslos. El pecoso terminó de vestirse y salió dejando solo al rubio en la ducha con un fuerte problema.

—Vaya que tienes un don para hacerme enloquecer, Bombón.

Hyunjin tenia la verga durísima, a mil, pegándose contra su vientre. La tomó con su mano y la palpó, caliente, palpitante y lista para ordeñar. El rubio se sentía ansiosos, con el corazón a mil y una fiebre inexplicable. Comenzó a pajear su polla, de arriba y abajo recordando la escena de hace unos minutos. Entonces escupió su mano, comenzó a frotar un poco mas rápido. Ahí empezó a sentir lo satisfactorio de la paja, inevitablemente soltaba gemidos con los que resonaban como ecos en la ducha mientras el agua caía, su mano libre, apretaba la llave de la ducha. Empezó a embestir su mano como reflejo. Era la sensación más deliciosa que había experimentado, no podía parar de jalar y follar su mano como si fuera virgen inexperto en su primera vez, pero es que la imagen de su "bombón" era lo único que cruzaba su mente en ese momento. Hyunjin siguió dando hasta que empezó a experimentar un espasmo en su abdomen, su cuerpo inicio a tensarse, como si se fuera a acalambrar todo, el líquido se aproximó a salir a chorros mientras Hyunjin decía una que otra maldición, entre jadeos mencionaba el nombre del pecoso. Por otro lado, las manos y piernas de Félix temblaban mientras se asomaba por el pequeño espacio abierto entre la puerta y la pared. Lo había escuchado todo.

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