📜CAPÍTULO I📜

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El pequeño Jimin soltó un suspiró desilusionado, dejando el pequeño lápiz sobre la mesa y doblo la hoja

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El pequeño Jimin soltó un suspiró desilusionado, dejando el pequeño lápiz sobre la mesa y doblo la hoja.

Hoseok le miraba desde el marco de la puerta con una pequeña sonrisa triste, el pequeño había jurado escribirle a su papá hasta que volviera y lo estaba haciendo.

Dieciséis días han pasado desde la partida de su esposo y Jimin no había parado de escribir, siempre a la misma hora, puntual y sonriente.

Como si Jungkook estuviese frente a él.

Sonrió tristemente porque su hijo tenia muchas esperanzas de verlo y él tenia tanto miedo.

Miedo porque Jimin no sabía el alto riesgo que corría su padre, pero él sí. Sabía que posiblemente Jungkook no volvería con ellos y eso dolía. Quemaba su alma y lo hacía llorar, se sentía enfermo y su única esperanza de vida era Jimin.

Su pequeño Ángel.

Pero confiaba, confiaba ciegamente en la promesa de Jungkook.

Jungkook volvería.

-Ya termine mamita-. La voz de su chiquillo, le hizo sonreír orgulloso.

Tomando la carta entre sus manos.

   ―Bien―. Sonrió el doncel― Iré al trabajo y la llevaré al correo―. Informo el mayor.

Ajustando su pequeño bolso de mano para meter la carta en un sobre con la dirección de entrega, se agacho a la altura de su pequeño hijo, dándole un beso sonoro en la mejilla, Jimin se sonrojo avergonzado.

  ―Mamá, ya soy un niño grande―. Se quejó limpiándose la mejilla.

Hoseok soltó una carcajada aguda, ante su chiquillo caprichoso.

  ―Eso no te hace menos adorable―. Volvió a besar la regordeta mejilla escuchando un sonido de asco por parte del menor.

Hoseok volvió a sonreír.

  ―Te amo pequeño.

  ―Te amo mamá.

Hoseok le froto el cabello para ir a su pastelería.

  ―Tío Jongin vendrá a cuidarte en un rato ―. Anuncio el doncel desde la entrada de su casa.

Colocándose los zapatos de forma rápida.

  ―No le habrás a nadie, sabes que.

   ―Él tiene llave, lo sé mamá―. Hoseok volvió a reír y le mando un beso volado que hizo sonreír al más pequeño.

Jimin vio a su mamá desaparecer por la calle, saludando a la gente que se le cruzaba en el camino. Admirando lo hermoso que era su progenitor y lo muy querido que era en la pequeña comunidad. Hoseok era orgullosamente quien le dio a luz, su mamá, y era el sol de la vida de su papá y de él.

Amaba a su mamá Hobi.

Una pequeña lágrima rodo su mejilla... solo esperaba que su papá volviera para mirar a su mamá partir al trabajo juntos. Para después de dos horas irlo a buscar, comiendo unos pastelitos de chocolate y durazno que Hoseok preparaba con mucho amor para ellos dos, antes de volver a casa o pasearse en el parque.

Sí.

Extrañaba a su papá.

Extrañaba a su papá

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