Un ladrillo cayó redondo (o más bien cuadrado jaja) en la cabeza de un chico con pelos muy muy muy negros, pero no tanto como las compañeras allí presentes. Su cara era muy blanca, parecía el culo de Franco de lo blanco que era. Sus ojos se salían de sus órbitas, parecía no tener parpados el energúmeno ese y aún así lo encontrarían sexy. Además de tener una sonrisa bastante peculiar, parecía el Joker, que feo era.
- Pero menudo guapetón, ay basta sos re lindo te rezo bb. - Dijo Sara con una sonrisa picarona rawr jijiji.
- Si no fuera porque soy un ser superior, ese ladrillo me hubiera hecho bastante pupita.
- ¡OMG! ¿así que eres Jeff? ¿El gran Jeff The Killer? Dicen que mataste a tu hermano, pero no es verdad marrano. - Adriana tenía un brillo en los ojos y no era por la heroína.
- Pero este que, polvito uruguayo, yo quiero a mi Homicidial Liu- Expresó Rokhaya con dignidad.- Vamos a ver, que nos vamos a pelear o qué. - Respondió Adriana.
- Pues no está tan feo, pero yo prefiero tener al riquísimo Ticci Toby ay papi, ¿dónde está? - Ana no se andaba con rodeos.
Estas chicas estaban enfermas pero diablo, estaban on fire, no perdonaban ni una, ni a los muertos perdonaban. También te digo, más feo que pegarle a tu abuelo con demencia era el homúnculo aquel muyayo, pero para gustos colores dicen.
Jeff estaba dos escalones más abajo de las chicas, pero solo una de ellas captó su atención... Sara... con su pelo amarillón y tan sedoso, esos ojos tan, tan vivos (él estaba casi casi que muerto XD), era la mujer que le podía fixear, she can fix him!
Entonces, cuando se decidió a abrir su boca toda reseca y llena de esmegma, ew, alguien empujó a Jeff desde detrás, era nada más y nada menos que Homicidial Liu, el hermano emo por el que estaban peleando aquellas personas de color.- ¡OMG Liu! - Habló primero la cubana.
- Liuu mi amor te he estado esperando tanto tiempo.- Rokhaya le hacía competencia.
- Pero y estas que, ¿ellas abrieron la puerta?
- Tristemente sí, pero ya sabes, como dicta la ley ahora debemos acompañarlas al mundo de los creepypastas.
- Esto con Franco no pasaba. - Afirmó el hermano emo de Jeff.
- Aaah, ese es el rollo que llevamos eh. Si nos tienen que acompañar al mundo hijueputa ese, rápidito, que no veo a mi Ticcito por ningún lado. - Ana sabe lo que quiere.
- Venga, seguidnos y cuidado con los escalones, son bastante resbaladizos al estar hechos de huesos o algo así.
Y eso hicieron , sin embargo Rokhaya al intentar bajar, como necesita llevar gafas, se tropezó con estos mismos escalones que hace 0,00000001 segundo les había advertido Liu. Este hombre, lleno de roña, rápidamente fue hacia Rokhaya y la sostuvo con delicadeza, evitando que se cayera y que se hiciera daño, enctonces preguntó:
- ¿Estás bien?
- Sí... gracias. - Respondió la chica que sentía como su cara se tornaba caliente, caliente como Liu, ufff.
- Nooo, yo también quiero. - Exclama la renacuaja y en un intento de caerse Jeff la mantiene en su lugar.
-Nooo pero tú no, yo quería que me ayudara Liu con sus brazos llenos de flacidez y emos.
- Ok auch, podéis parar de caeros, que es un escalón nada más cojone', no quiero ver qué os pasa en los próximos 666.
- El diablo seis seis seis. - Adriana tiene 2 cromosomas más que el resto.
Y así las despreocupadas niñas siguieron a esos hombres con la cara magullada, con bastantes antecedentes penales, un olor a ZAID- a caca terrible, pelo CHAMUSCADO, ¿HOLA? y que probablemente hayan estado bajo los efectos de varias sustancias todas al mismo tiempo además, pero ¿Qué podría salir mal? No es como si estuvieran siguiendo a una panda de asesinos seriales que habían matado hasta a sus padres, se han hasta intentado matar entre sí jaja lol. Oh y no empecemos con el hecho de bajar por una puerta muy sospechosa salida de un ritual , realizado en un TAPER PUERCO como las mismas niñas.
Los escalones pasaban y pasaban, pero no llegaban a su final, se estaban empezando a cansar y el cansancio lleva a las quejas. Igual que aguantarse un peo lleva al dolor y el dolor lleva a la muerte, no se aguanten peos.- ¿Cuánto faltaaa? - La más impaciente de todas, Ana obviamente, era la que se quejó primero.
- Vamos por el escalón 333, osea la mitad, ¿no? - Jeff no sabía mucho de matemáticas, pero algo si sabía, que era un virgen y eso había que solucionarlo. - Hey, por cierto, no os hemos preguntado vuestros nombres invocadoras. - En realidad solo le importaba el de aquella chica que tenía pinta de ser arquitecta en el futuro.
- Yo soy Rokhaya.
- Claro, claro, oscuro (no me importa).- Pensó Jeff.
- Yo Ana.
- Tres letras, sí (no me importa). - Pensó Jeff.
- Yo Adriana.
- Aah (me importa muy poco). - Pensó, de nuevo, Jeff el asesinooo jiji.
- Y yo soy- No se escuchó el nombre de la última chica, justo se sonó un berrido que podían ser los gemidos de Kratos fácilmente.
- Hemos llegado, por fin. El portal se abrió directamente en frente de nuestro refugio y ese ruido fue el timbre, parece que ha llegado alguien antes que nosotros. - De esta manera el pajín de Jeff se quedó sin escuchar el nombre de su amada, que perita.
Los seis se quedaron en frente de la puerta, con alguien más en frente de ellos, la persona que había llegado, o más bien el ser, porque qué cojones era eso. Una vez más la historia queda en el suspense, ¿Quién será ese ser? ¿era un enemigo? ¿o tal vez un amigo? ¡TÚ DECIDES! (en verdad no).
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El día que renací
فكاهةGrupo de adolescentes pasan sucesos trambolicos, no saben qué les depara el futuro.