Añoranza

1 0 0
                                    

¿Qué si te extraño? Claro que lo hago, y como no, si todos los recuerdos que compartimos aún los tengo conmigo. Los revivo cada vez como si hubieran sido ayer. Besos, abrazos, verte dormir y recordar esos ojos oscuros y ese cabello desordenado.

Es difícil empezar a olvidar, cuando aún te tengo presente y tan clavado en el corazón. Debes entenderme nunca había amado tan profundamente.

La música representa un alivio para mí, pero cuando escucho lo que solíamos cantar juntos no puedo evitar sentirme triste y desorientada. Sin embargo, debo entender que yo te amaba como el tesoro, pero tú lo hacías como cualquier otra cosa. Me amabas? Ya no lo sé, ya no importa.

Éramos suplentes de algo importante. Ahora lo entiendo, siempre estuvo frente a mi y no quiso verlo. Yo estaba intoxicada por ti, por lo que representabas, por lo que significabas. No podías darme lo que necesitaba, lo que proponía recibir. Aún así, no lamento no ser titular, estoy bien con eso, no lamento ser como soy, no quisiera cambiar nada de lo que creo, ahora todo es claro, no hay nada más que hacer.

La tranquilidad es un sentimiento recurrente en el momento, no me hubiera perdonado si al querer estar contigo, me estuviera perdiendo, extraviando mi esencia, la cuál tanto tiempo me costó construir, y bueno aún no he terminado de edificar.

Lo que nunca dije Donde viven las historias. Descúbrelo ahora