Capítulo 5

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Venus

Bajamos rápido por qué no había tiempo que perder, vi el auto aparcado en la entrada del hotel justos a tiempo.

—¿Ese  es el  auto?—pregunta Briana.

—Si —respondo—¿por que?

— A verme dicho que viajaremos en limosina.

— Eso no es una limosina Briana—respondo,  al llegar uno de los chicos de la entrada me abre la puerta. Mi nuca se siente pesada, ya que en el  hotel no dejan de mirarme y eso me alegra. Pues acabo de llamar la atención como me lo propuse. 

—Señorita Montenegro ¿Cual es la ruta?—pregunta el chófer.

—LLevanos a la fiesta más codiciada de Madrid

—Como usted ordene—El hombre se dispone a conducir mientras que yo veo por  la ventana el clima de Madrid. Hace frío no puedo negarlo pero esta noche será un antes y después en mi vida y no puedo desaprovechar lo.

Mi tío me dijo, que una vez que llegue aquí, que valla a esa fiesta y me presenté ante todos. No lo negaré estaba nerviosa y eso Briana lo noto.

—Hey respira,   recuerda podrás con todo—gracia a Briana puedo  estar tranquila.

Llegamos en menos de lo que canta un gallo al  salón donde los russo hacen la fiesta. Por qué si. Ellos son lo más codicioso y las personas que son capaces de tirar todo su dinero por la ventana en una fiesta.

A esta fiesta están invitados todos los magnates del mundo. Hombres sin escrúpulos y los más sádicos del planeta, ellos  y sus familiares viene a hacerle creer al mundo que son empresarios y que gracias a esos tienen riquezas en sus bóvedas.

La mafia es un negocio, solo el más malo puede llegar a controlar a todos y solo uno es la cabeza de los clanes. Y ahí es donde entran los Ivanov. Su familia es la líder del negocio gracia a ellos los policías  no se menten a los puntos a molestar.

Entramos al lugar veo como cada persona es anunciada por el hombre vestido de smoking. Mis ojos chocan con el chico  haciendo que  este se quede maravillado  conmigo.

—¿Eres un angel verdad?—dice en shock—eres tan hermosa que la luna estaría intimidada por ti.

—Enserio—digo intentando parecer maravillada.

Intenta decir algo más pero al parecer alguien le llama la atención por los auriculares que tiene puesto.

—¿Discúlpame señorita, me podría decir su nombre. 

—Venus Montenegro—con solo decir mi nombre el chico dejo de buscar y se quedó paralizando. Su mirada volvió a detallarme haciendo que eso me moleste—¿Me vas anunciar si o no?

El chico no dijo más y cogió el micrófono y comenzó anunciarme.

—Con ustedes Señoras y señores  la hija del puma. Venus Montenegro.

Tome un poco de aire y con mis dos amigos al lado baje las escaleras del mármol con la mirada al frente y el mentol en alto.

Todas las personas del lugar tenía la mirada sobre mi, pero solo dos pares de ojos me interesaban. Las de mis tíos. Uno estaba rígido sin ninguna expresión en su rostro, el otro solo aplaudía lentamente como si mi presencia aún no lo asimilaba baje el último escalón y James me esperaba abajo con una de las manos en dirección a mi.

—Bienvenida Señorita Montenegro—Los murmullos por las palabras de James  no se hacían en esperar— Nuestra mesa nos espera.

La mesa estaba formada como si fuera una mesa redonda, según  el informe que mando james ahí se sentaban los jeralcas de la pirámide.

sangre azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora