Los recuerdos son distantes y su mente dispersa solo busca la venganza, un ser que fue obligado a transformarse en arma, buscando un nuevo propósito en un mundo donde el solo es una anomalia
En el infierno se estaba llevando a cabo una verdura batalla entre seres que trascendieron la carne misma. Aquel campo de batalla fue una hermosa ciudad que rebosaba de vida ahora solo eran cenizas que daban pie a una lucha titanica
En medio de la destrucción dos seres chocaban su inmenso poder, su velocidad estan alta que superaba al mismo dios Hermes que podía moverse más rápido que la propia luz y aquellos monstruos simplemente superaron esa velocidad. Una estructura titanica se formaba por cada movimiento, dos estelas de luces eran lo que alumbraba y sacudía el propio infierno
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Dos verdaderos monstruos chocaban sus puños dispuestos a despedazarse el uno al otro. El león de Bael lanzo un golpe al rostro de la bestia roja que hervía en furia, pero era raro ese golpe aún bañado de la energía demoníaca y del PoD simplemente aquel monstruo no era lastimado
Sairaorg: (Que eres...)
Un pensamiento fuegas interrumpida la mente del demonio, su cara fue estrellada por un puño. El dolor lo inundó de inmediato, aquella bestia parecía mejorar mientras más se alargaba el combate, parecía que evolucionaba, cada golpe, cada ataque, cada posición, parecía ser hechas con una precisión tan absurda que atemorizaban al Bael después de todo si no le gana ahora, aquel mounstro destruirá el infierno
Sairaorg: Muere
Su puño cubierto por PoD sería detenido sin dificultades por Issei, por primera vez en toda su batalla, Sairaorg pudo apreciar con todo detalle a su contrincante, piel roja como la sangre, una armadura "indestructible", una gran mandíbula parecida a la de los dragones, dos enormes alas como la de un dragón y el interior de su boca estaba llena del fuego del Caos
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El puño del Bael fue destrozado por la enorme presión a la que fue ejercida por la bestia, el dolor era tan grande que un grito resonó por todo el lugar de forma instantánea. Pero Issei no conforme a eso estrelló la cara del Bael en contra del suelo y una y otra vez lo golpeaba sin dejar una oportunidad para que se levante, la bestia roja era brutal en contra del León, pero el violento asedio sería interrumpido pero una manda de pequeños dragones, de color rojo como la sangre y blancos como la nieve
