FALOFILIA

F-Fuck Jáuregui

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Dinah y Lina no tardaron absolutamente nada en empezar a murmurar cuando divisaron a Camila ingresando en la cafetería acompañada de, nada más y nada menos que Lauren Jauregui.

—¿Qué mierda les pasa a ustedes dos? Parecen dos viejas chismosas. — Se quejó Lea, dirigiendo su mirada hacia sus dos amigas, quienes le miraron estupefactas y después, señalaron hacia donde Camila se encontraba acompañando a Lauren por algo para almorzar. — Oh, miren, Camila está con la niña anaconda.

Dinah soltó una carcajada.

— ¿Le contaste a Lea?. — Inquirió Lina, mirando acusadoramente a Dinah

— De hecho, fue Camila quien me contó, estaba tan desesperada de que la niña anaconda la perdonara, que nos contó a todas su... Hermosa y romántica primera charla. — respondió Lea con tranquilidad y sarcasmo.

Lina estuvo a punto de regañarle.

— Hola a todas. — saludó Camila, sonriendo con un poco de tensión, sabía que sus amigas podían ser algo... extrañas, y a ella no le importaba, sólo que, esta vez, no quería asustar a Lauren. — Eh...Ella es Lauren Jauregui. Va a ser nuestra amiga ahora.

Lea, Dinah y Lina se miraron entre sí con un poco de sorpresa.

— Yo soy Lina, encantada de conocerte. — Saludó la chica de dos coletas, estirando su mano hacia Lauren, la cual, corresponde con timidez.

— Un gusto, Lina...— susurró sonriendo.

— Mi nombre es Dinah, y tú... ¡Eres una ternura!. — La más alta exclamó, apretando las mejillas de la pálida.

Esta queja por lo bajo, pero sonrió avergonzada.

— G-Gracias, Dinah.

— Esta mujer, no respeta a sus menores — Nego Camila riendo por la acción de Dinah.

— Lea... — murmuró la rubia, sacudiendo levemente su mano. — Lauren asintió en forma de saludo. — Así que...Tú eres la niña anaco...

Las palabras de Lea fueron interrumpidas por las manos de Lina sobre su boca y las histéricas risas de Dinah.

— No le hagas caso a Lea, Lauren, no sabe lo que dice. — le aseguro la más baja de todas a la pelinegra, sonriendo tranquilizadoramente. — Y dime ¿Qué estudias?

Camila casi se sintió morir de un infarto. Si no fuese por Lina, Lea habría dicho algo verdaderamente estúpido e imprudente, lo que habría desencadenado un ataque de pánico a Lauren y de seguro habría salido huyendo.

Iba a ser un poco complicado que Lauren y sus amigas se llevasen bien, pero esas idiotas estaban advertidas; tenían que ayudarle a entrar en confianza con Lauren, para conseguir su objetivo o Camila se vería obligada a hacerles pasar vergüenza con sus parejas, ya que ser la consejera de todas sus amigas y su cofre de secretos tenía ventajas con aroma a chantaje.

[....]

— Ah...Mmm~...

De nuevo Lauren empujaba en su interior, más duro, más rápido. Oh, joder, podía sentir todas y cada una de las hinchadas venas sobresaltando y palpitando por la carne caliente... O al menos, eso era lo que se imaginaba.

Camila no podía entender por qué, pero cada vez que pasaba más tiempo con Lauren, sus fantasías se volvían mejores. Más realistas, más deliciosas.

Movió su mano con más rapidez, buscando llegar lo más rápido posible. No tenía demasiado tiempo, pero no había podido evitarlo.

— M-mierda...Jauregui...—susurró Camils, intentando vanamente morder sus labios para acallar sus quejidos placenteros. Pero, en el fondo, se sentía insatisfecha, aunque la potencia de su vibrador estaba al máximo y aunque se encontraba moviéndolo fervientemente adentro y afuera en su entrada, no se sentía del todo satisfecha.