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Era un Búfalo Gosod, muchas de las bestias se clasificaban en niveles, del nivel 1 al nivel 10 dependiendo de lo fuertes que podían llegar a ser de acuerdo con sus características. Hasta ahora Seth había visto en el laberinto bestias tan solo superiores al nivel cuatro y ese gran animal de más de dos metros que se acercaba a Seth tenía mínimo un nivel 5 máximo 6.
Aunque estaba muy tentado para utilizar sus sombras, no sabía qué tipo de trucos podían tener los examinadores para estar vigilando a los participantes.
Desde hace rato no había querido matar ni derramar sangre con sus propias manos, el estar cansado mentalmente había hecho que su parte pasiva y pacífica no matara a nadie aunque hubieran sido una molestia para él lo que no era muy normal para él, se había desgastado más en intentar no matarlos que matándolos pero ni siquiera había atacado físicamente una vez <Son seres ignorantes y débiles, solo eso.> <Cómo que sólo eso, el ser ignorante y débil es motivo para morir, aquí y en cualquier parte, incluso en el mundo que dejaste atrás> <Hay gente que es feliz siendo ignorante y débil, sea en éste o en el mundo que dejé atrás> <Siempre y cuando no se metan en el camino de los sabios. Se metieron en nuestro camino. Su ignorancia fue mayor y es nuestro deber acabar con ellos>
Seth estaba en un estado de trance, el búfalo arremetió con sus cuernos y arrastro a Seth hasta chocar con una pared –Si... debí matarlos a todos– el animal no se apartó y siguió golpeando con sus cuernos
–Encárgate– a la sombra del animal emergió una sombra, lo tomó de la cola y lo lanzó fuera del alcance de su amo. Se arrodilló ante Seth después se levantó y fue tras el Búfalo. Había emergido un alto mando.
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Las sombras eran como un ejército en el que había desde pequeños soldados, hasta altos mandos que podían comandar por sí mismos a una parte del ejército. Era la primera vez que Seth usaba a un alto mando. Las dos partes de las razas que lo conformaban estaban intentando tomar el mando y la demoniaca había logrado que rebelara no solo su afinidad con la oscuridad, sino que también el hecho de que él era Seth
La sombra caminó tranquilamente hacia el enorme búfalo, este se encarreró apuntando sus cuernos a la sombra, la sombra lo tomó de los cuernos y lo detuvo a tan solo unos centímetros de Seth. La bestia no paró de empujar a la figura de sombra pero esta no se movía ni un poco; empujó a la enorme bestia para alejarla de su amo, al parecer la bestia reconoció a su contrincante, pues, su figura se irguió un poco a tal punto de que ahora no solo sus cuernos eran su arma ahora sus brazos estaban a unos centímetros del suelo.
Con sus afilados dedos corrió hacia el animal e intentó cortar los dos brazos, sin embargo, el animal atacó igualmente recibiendo el golpe con sus cuernos y dando un gran puñetazo a la sombra mandándola a volar muchos metros por detrás hasta chocar con una pared; una gran nube de polvo se levantó y el animal gritó ante su victoria. Ahora le tocaba atacar al otro ser molesto que estaba en su territorio, sus ojos se posaron en él, su pezuña derecha escarbó la tierra y su respiración se volvió fuerte, rugió en forma de amenaza y empezó a correr con los cuernos apuntando a Seth, unos centímetros antes de que llegara a tocar a Seth, la sombra lo detuvo golpeando sus cuernos en el mismo lugar que lo había detenido antes, los destrozó.
La sombra tenía una marca hendida en el estómago donde había sido golpeado, las sombras saben lo que su amo quiere, Seth había sentido curiosidad por la fuerza de ese animal y quería verlo pelear con todo lo que tuviera y el animal, la sombra volteó a ver a Seth sin decir una palabra, Seth supo que estaba pidiendo permiso para matar a la bestia, a lo que Seth respondió asintiendo con la cabeza.
En su confusión, el animal fue despojado de sus dos brazos, soltó un grito y después se desplomó, con un solo movimiento de su mano, la sombra había cortado los dos brazos de la bestia, con cada segundo perdía sangre y aún así sus ojos se mantuvieron firmes sobre su contrincante <Que hermosa bestia> fue lo que pensó Seth para luego sonreír mientras la sombra le cortaba rápidamente el ancho cuello, Seth vio cómo el brillo de los ojos que tenían tanto coraje fue desapareciendo lo que no fue tan satisfactorio de ver; la sombra arrastró la cabeza y se la llevó a su amo como trofeo después se inclinó ante él.
–Cómanlo, no dejen ni los huesos– emergieron varios tipos de sombras y corrieron a comer el cuerpo del búfalo
Después de ver cómo el cuerpo era engullido por sus sombras sin dejar rastro más que una mancha de sangre Seth se percató de unos ojos mirándolo.
