capítulo: 1

669 35 3
                                    

me mandó a llamar Boss?–pregunto el oji-azul entrando a la oficina

si verás, Chuuya-kun necesito que le entregues esta carta a Dazai–respondió Mori y Chuuya frunció el ceño.

–boss, ¿por qué tengo qué ser yo?

–porque eres el más indicado para esto

el peli-naranja suspiro y tomó la carta antes de salir de la oficina

tenía que ser yo y justo ahora que ya me iba a descansar–pensó molesto.

minutos después, en los departamentos de la agencia

¡oye bastardo ábreme!–gritaba Chuuya golpeando fuertemente la puerta del departamento de Dazai

estuvo golpeando la puerta por varios, minutos hasta que se detuvo

maldición, no quiero destruirle la puerta, pero no queda de otra a menos que–tomo el pomo de la puerta girándola, pensado que no se abriría.

para su sorpresa, la puerta todo este tiempo estuvo abierta, se golpeó la cara por no haberlo intentado antes.

pensé que este lugar, estaría hecho una mierda con Sake y vendas por todos lados–pensó mirando el departamento del castaño.

escuchó la puerta de lo que parecía ser el baño y se dirigió allí.

¡Oí, bastardo! ¡¿por qué demonios no me abrí–se quedó callado al ver que no era Dazai al que tenía enfrente

en vez del castaño alto y delgado que conocía en su lugar, estaba una mujer alta, alta, esbelta, de cabello color marrón, ondulado que le llegaba hasta la cintura.

la mujer tenía el cuerpo y cabello mojado, acababa de salir de bañarse, estaba vestida solo con una toalla blanca.

la mujer al verlo se quedó inmóvil y un sonrojo se empezó a formar en sus mejillas

ambos se quedaron quietos por el shock hasta que Chuuya reaccionó y grito

¡¿quién demonios eres?!, ¡¿dónde carajo está Dazai?!,–gritaba alterado Chuuya

la mujer salió de su shock y se acercó al peli-naranja

cálmate, Chuuya no grites–decía intentando tomarlo de la mano, pero él se apartaba.

por favor, cálmate, deja de gritar–decía acercándose a él, pero él seguía retrocediendo.

hasta que chocó con la puerta, Chuuya se giró, e intentó abrir la puerta, pero la mujer lo tomó de los hombros, obligándolo a darse la vuelta.

le tapó la boca por si él volvía a gritar, y con la otra mano le tomo ambas manos.

Chuuya mírame, soy yo Dazai–dijo y el peli-naranja la miró–. Te voy a quitar la mano de la boca, pero no grites, por favor–pidió y él asintió.

lentamente, la castaña le quitó su mano de su boca y Chuuya la miraba de arriba a abajo, lentamente acercó su mano a su rostro, acariciándole la mejilla.

no necesitas acariciarme para confirmar que soy yo–dijo sacándolo de sus pensamientos y haciéndolo sobresaltar

¿cómo demonios es esto posible?, ¿de verdad eres tú, Dazai?, me creería sí, dices que en verdad eres su hermana gemela o algo–habló y ella suspiró.

–es complicado explicarlo, y no creo que ahora sea el momento

–¿por qué?

antes de que la castaña respondiera su teléfono, empezó a sonar, haciendo a ambos sobresaltarse.

quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora