Capítulo 1 Escape y noche amarga

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Toda historia empieza con algún paisaje, frase, memoria, dedicatoria o una narrativa del personaje principal sea en tercera persona o en primera, pero está historia es distinta a cualquiera y resuelve un enigma oculto por siglos.

Demuestra que a pesar de cualquier adversidad, dificultad y obstáculo uno siempre mostrará lo que es y como fue enseñado, aquello que hizo y que hará es como será conocido en la sociedad.

En este tiempo donde se ubica está historia era cuando se vivía en tribus según la especie, cada quién tenía su terreno, había especies un poco más avanzadas que otras como las hienas o los equidnas pero las demás tribus tenían en común en odiar a los equidnas por ser soberbios y codiciosos.

La tribu del erizo se dividió por color en base a tonos, podían casarse con erizos de su color o semejante, pero no de otro ya que eso sería deshonra hacía su familia, el erizo azul cobalto era el más sagrado de los erizos por poseer velocidad y hacer el bien y solo había 2, pero lamentablemente fue 1 en poco tiempo.

La tribu del cobalto estaba ubicada en South Island bajo el Archipiélago Acorn.

Bravehog era hijo del guerrero Cúchulainn y la temida guerrera Scáthach, ambos eran guerreros temidos y muchos creían que eran leyenda, pero era de tiempo que todo el mundo llegará a conocer a estos héroes de guerra.

A la semana siguiente del nacimiento de Bravehog uno de los espías de los bordes de la isla vino corriendo a ver a sus líderes que estaban centrados en su hijo y entro a su tienda real.

Jarith: Majestades *Hace reverencia*

Cúchulainn: *Lo ve* ¿Qué quieres? ¿Porque dejaste tu puesto?

Jarith: Majestad llegó una carta de uno de los espías.

Cúchulainn: Scáthach llévate a nuestro hijo a su cuna y quédate con él, enseguida voy.

Scáthach:*con Bravehog en sus brazos se levanta y se va al otro lado de la tienda*

Cúchulainn: Dime en qué consiste la noticia

Jarith: *Con voz sería* El espía informa que el clan de los equidnas se ha enterado que tienen un hijo y de su poder, quieren ese poder y mataran a ambos si es necesario para obtenerlo.

Cúchulainn: *ocultando su enojo* Esos seres rojos.... Solo piensan en sí mismos ¿Acaso no tienen todo lo que está tierra posee? ¿No tienen un refugio, una ciudad en los cielos para que nadie los alcance?

Jarith: Además se enteraron de su color majestuoso, el color cobalto es único y el de usted es como las estrellas en el cielo de la noche y su hijo tuvo el privilegio de ser como usted.

Cúchulainn: ¿Porque crees que me quedé aquí? Aunque tenía la oportunidad de irme de esta isla no lo hice para mantener a salvo a mi pueblo y a mi familia y ahora debo decidir que haré, puedes irte y prepara a todos los soldados, que estén alerta.

Jarith: Como lo ordene líder *hace reverencia y sale*

Cúchulainn:*Va con Scáthach* Mi bella esposa ¿Podemos hablar de algo?

Scáthach: ¿Qué pasa? Estás preocupado, se escucha en tu tono de voz.

Cúchulainn: Los equidnas nos quieren a mí y a nuestro hijo por nuestro poder.

Scáthach:*ve de reojo a Brave* *toma aire y suspira* Entiendo a lo que vas, pero ¿Realmente es necesario huir?

Cúchulainn: A mí tampoco me gusta huir pero los equidnas no sabemos mucho, solo se sabe cómo son y que tienen fuerza sobrenatural, somos pocos en comparación con ellos, pero si solo así podremos mantener a nuestro pueblo e hijo a salvo.

El Gran Azul BravehogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora