CAPÍTULO 9

31 6 3
                                    

Mis padres aún estaban trabajando, así que cuando Liam y yo llegamos a mi casa, tenemos la casa para nosotros solos.

—Oye, Liam, puedes usar el baño si quieres. Y sobre dónde dormir, tienes dos opciones no tan geniales: el incómodo y pequeño sofá de la sala, o el igualmente incómodo sofá cama que está en mi habitación —le informé, señalando hacia la sala y hacia arriba donde se encuentra mi habitación. La verdad es que no tenía mucho más que ofrecerle.

— ¿En serio? Pensé que me invitarías a dormir contigo en tu cama, Vania — dijo con una sonrisa traviesa.

Su comentario me tomó por sorpresa, haciendo que me ponga un poco roja, pero rápidamente recupero la compostura.

—Ja, ja, muy gracioso, Liam. Pero no creo que eso sea una opción —respondí con una sonrisa, tratando de restarle importancia.

—Está bien, iré por la opción menos incómoda. Supongo que me quedaré con el sofá cama de tu habitación, si no te importa —dice, mirándome con una sonrisa.

Asentí, sintiéndome aliviada de que haya elegido esa opción.

—Perfecto. Te mostraré dónde está todo. Puedes dejar tu mochila aquí en la sala —le índico, guiándolo hacia mi habitación.

Ambos entramos a mi casa y subimos las escaleras hacia mi habitación. Acomodo algunas almohadas y una manta en el sofá cama para que Liam este cómodo.

—Bueno, aquí está tu cama improvisada —comento, señalando el sofá cama que se encuentra junto a mi propia cama.

—Gracias, Vania. No te preocupes, estoy seguro de que dormiré como un bebé —responde Liam con sarcasmo mientras acomoda las almohadas.

Su comentario me hace sonreír y doy un vistazo rápido a mi habitación. Es un espacio acogedor, mi cama está en el centro de la habitación, en una esquina esta mi guitarra, las paredes estan pintadas de color blanco y decoradas con algunos posters de los Jonas Brothers. Mi álbum favorito, "Happiness Begins", está enmarcado en la pared, junto con una foto firmada del grupo. Liam parece notarlo y suelta una risita, lo que me hace rodar los ojos.

— ¿Qué te parece tan gracioso? —pregunté, arqueando una ceja con curiosidad.

Liam se acomoda en el sofá cama, apoyando los brazos detrás de la cabeza.

—Nada, solo que es divertido ver que eres tan fan de los Jonas Brothers. Pensé que solo las adolescentes de 12 años lo eran —respondió con una sonrisa burlona.

Rodé los ojos, acostumbrada a las bromas sobre mi gusto musical.

— ¿Y tú qué escuchas? ¿Música de abuelos? —replique, tratando de devolverle la broma.

Liam ríe entre dientes mientras se encoge de hombros.

—Maroon 5, principalmente. Aunque admito que algunas canciones de los Jonas Brothers no están tan mal —confiesa, provocando una risa en mí.

Un silencio incomodo cae sobre la habitación. ¿Qué se supone que debería de hacer? Es la primera vez que traigo a un chico a la casa y que se va a quedar a dormir literalmente a mi lado. Mierda por que no pensé mejor en esto, debí...

Pero en eso veo que Liam se levanta del sofá cama se frota la nuca. Esto hace que salga de mis pensamientos.

—Oye, ¿hay alguna posibilidad de que pueda meterme a bañar? —me pregunta con un tono un poco avergonzado—. No tengo ropa limpia aquí, así que...

Lo interrumpo con una sonrisa, asintiendo con la cabeza.

—Claro, no hay problema. Puedes usar el baño de la habitación. Te dejaré ropa limpia afuera —le respondo, tratando de quitarle importancia al asunto.

Entre Notas y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora