Un universo en el que Yoriichi Tsugikuni se encuentra sintiendo algo por uno de sus amigos, Enjūro Rengoku. Michikatsu Tsugikuni, el gemelo mayor de Yoriichi no está de acuerdo con aquellos sentimientos del gemelo menor hacia su amigo Enjūro.
Histo...
Al chile no me importa si me castigaron el teléfono, yo lo agarro a escondidas para no dejar sin contenido a esta cuenta, se tardarán los capítulos pero de que se van a subir se van a subir 💪😉👍.
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Yoriichi seguía temblando al recibir tanta estimulación, cada estocada que Michikatsu daba era una ola de sensaciones, sintió que ya estaba apunto de venirse, por lo que decidió hablar pero muy débilmente.
-"Ah~.. A-aniue, creo que ya estoy a punto de..."- No termino de decir lo que quería, pues sintió algo caliente dentro de él-
Michikatsu ya se había corrido dentro de él, cosa que dejó a el menor callado aunque estaba a punto de soltar un gemido alto pero fue callado por un beso. Michikatsu sacó su miembro de Yoriichi, a lo cual el menor sintió un poco de alivio.
-"Oh, Dios~... Estoy c-cansado...-" Dijo mientras ligeros gemidos salían todavía de su boca-
Michikatsu soltó una risa seductora y coqueta, tomó la cadera de Yoriichi y le dió la vuelta, haciendo que el menor quedara boca abajo. Yoriichi se sorprendió un poco por eso, sintió como el mayor elevaba su cadera para que quedara en cuatro.
-"Yo aún no acabo, pequeño..."- Dijo con una sonrisa-
-"¿He?... ¡E-espera!.."- Dijo mientras trataba de moverse-
Michikatsu sonrió y volvió a meter su miembro de una estocada, se escuchó un sonido bastante pegajoso y comenzó a moverse rápido. Yoriichi estaba agotado pero valía totalmente la pena seguir así, sus gemidos eran más fuertes y Michikatsu mordió el cuello del menor, lamiendo y dejando chupetones.
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Se escuchaban golpes afuera, la puerta se escuchaba desde adentro, Michikatsu despertó debido a aquellos golpes en la puerta pero lo ignoró, Yoriichi despertó también pero no por aquellos sonidos, si no que tenía un poco de náuseas. Se sentó con debilidad, todo su cuerpo le dolía y le temblaba debido a lo de anoche, las marcas en su cuerpo y una que otra mancha blanca en su pecho y rostro.
Estaba con el cabello desordenado, volteó a ver a Michikatsu para ver si estaba despierto y al ver que sí lo estaba sonrió. Michikatsu tenía los ojos abiertos pero seguía acostado boca abajo. Ninguno decía nada, pero en un momento la puerta se abrió de golpe, entraron todos con tanta confianza y energía.
