Letzer Tag

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¡Laliho mina! ¿Como se encuentran? ¿Listos para esta nueva historia recién sacada de mi infinita imaginación? Para los que no me conocen me llamo Yakinori ¡Irasshaimase! O mejor dicho ¡Bienvenidos todos! Esta historia tiene lugar al final del arco de Wano, ¿Fue lo que vimos realmente todo lo que paso entre Law y Luffy? ¿Qué pasó después de Wano? ¿Sus caminos se volverían a cruzar en algún momento? ¿O son los rumores cierto del destino de Law después de la pelea con Kurohige?

Esta historia contiene Spoiler del Manga y de la Novela de Law.

Contiene mpreg, lemon +18, avisados están.

Todos los personajes le pertenecen al gran dios Eichiro Oda, menos los que serán creados por mi imaginación.

Las imágenes que aparecen pertenecen a sus respectivos autores y solo fueron prestados para darle profundidad y mejor visualización a la historia, serán retirados en caso de que su autor así lo desee.

De resto...espero que disfruten tanto como yo disfrute al escribirla, por lo menos este primer capítulo.

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Law pow

¿Existía una sola palabra que podría describir a la perfección a los Mugiwara? Seguro que no, tendría que ser un conjunto de ellas para poder explicar la locura de aquella tripulación, a primera vista tan siquiera parecían temibles, mas bien dementes, locos e imprudentes, lo que les da una falsa sensación de débiles a sus oponentes, pero cuanto estarían equivocados al darse cuenta ya bastante tarde y después de una buena tundra lo fuerte que eran los Mugiwara, pero no era la fuerza individual de cada uno lo que les hacía tan respetados una vez los conocías un poco mas, era sin duda su incondicional lealtad que se tenían el uno al otro, sobre todo la lealtad que le tenían al mas loco de todos, que era sin duda su capitán con sombrero de paja. Pero ahora que pasaron los meses los podía entender, aunque no lo quería reconocer, también había empezado en creer en sus hazañas, su instinto sin igual y en sus decisiones sin sentido que siempre terminaban en un milagro. Tenía la fiel convicción de que Mugiwara tenia un diablo y un ángel encima de sus hombros que siempre lo metía en apuros y a la vez lo sacaban de la cualquier situación cuando las cosas se torcían, sin duda tenia un don muy especial que cautivaba e influenciaba a muchas personas, ¿me encontraba entre uno de ellos? Me costaba mucho reconocerlo, pero era así, desde que comencé a darme cuenta que el bounty del chico de goma crecía sin censar cada vez que recibía el periódico y me dejó sin palabra cuando por fin lo vi en acción por primera vez en aquella casa de subasta dejando a todos perplejos y es que Mugiwara era tan estúpido pero a la vez tan increíblemente impulsivo como para causar una escena tan épica. Tuve que sonreír ante el recuerdo. Aunque las últimas peleas fueron increíbles, el puñetazo que le dio al Tenryuubito sigue siendo lo mas grandioso que jamás presencie, daba escalofrió de emoción el solo recordarlo.

No fui consciente en la locura que me metí cuando le pedí una alianza al capitán mas chalado y testarudo que jamás había conocido, y por mucho que predijera la reunión en Punk hazard no me esperaba lo mucho que se me fuera de control los Mugiwara, en lo único que me hicieron caso era que había que derrotar a ciertas personas, pero en lo demás, pasaron de mi olímpicamente. Tuve que sonreír. Que estúpidos indomable. Al final hasta los echaría de menos ahora que la alianza llegaba a su fin.

Me encontraba sentado ante una de las hogueras que formaron los ciudadanos del pueblo para mantenerse calientes porque ya empezaba a ser entrada la noche, pero el pueblo se negaba a dejar pasar la fiesta y seguro que pasarían un par de noches para dar por finalizada aquella gran ocasión de celebrar por fin la liberación de Wano. Aunque no quería ser participe de ella, fui arrastrado por parte de Roronoa cuando estaba de camino de buscar un sitio tranquilo para descansar después de volver junto a Robin de hablar con el antiguo Shogun de Wano. Ya fue tarde cuando el seguro ya borracho espadachín me arrastro hasta la gran fogata, me sentó junto a él por mucho que rechistara y me paso una gran jarra que por el olor seguro estaba lleno de sake. Robin por su parte solo pudo reír por lo bajo y acompaño a los presentes sentándose en uno de los troncos junto a la fogata. Chasquee con la lengua e intente mirar indiferente a otro lado mientras me tomaba un trago del sake, aunque por dentro si agradecía estar disfrutando lo que seguro seria la ultima celebración junto a ellos pero mi orgullo no me permitía dar a demostrarlo, como siempre parecía que este gente veían atreves de mi y se tomaban la osadía de hacer conmigo lo que les daba la gana.

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