Maestro de la seducción

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Parte 2

Narración tercera persona: Omnisciente

Joaquín se había casado, después de la boda su esposo había reservado antes el lugar del festejo en un bar, recibían a sus invitados ellos platicaban

Xxx: Les están atendiendo bien  - a Joaquín se le hace conocida la voz y lo mira  -

Xx2: Si, todo está muy bien gracias

Emilio: Bueno, siempre un trato especial para nuestros clientes

Xx2: Amor, voy a saludar ya vuelvo  - Joaquín asiente  -

Joaquín: No sabía que eras también dueño de este bar

Emilio: Soy dueño de varios bares de todo Chicago

Joaquín: Entonces, supongo que te vere en varios bares

Emilio: Así es  - guiña, Joaquín sonríe   -  disfruta tu fiesta

Joaquín: Gracias

Emilio; Cualquier cosa, estaré en mi "oficina"

Joaquín: Le agradezco la buena calidad del trabajo señor Marcos  - Emilio se va, Joaquín sonríe y va con su marido  -

Joaquín siempre se ha considerado un chico ninfomano, claro que no era la primera vez que le fue infiel a su esposo con alguien más, quería a su esposo pero no siempre se podía resistir, y tampoco es de decirle que si a cualquier pelado prepotente, su esposo era futuro heredero de una empresa de carros,  el era diseñador de modas ya ha vendido varios modelos o incluso se han mostrado en pasarelas.
Joaquín estaba con su esposo, su esposo hablaba con personas de su trabajo charlando y pues el estaba ahí con el, obvio que la conversación le aburría 

Joaquín: Aaron amor, ya regreso, voy a ir al baño

Aaron: Está bien   - Joaquín se levanta   -

Parecía ir al baño pero no, era obvio a donde iba, pasaba por pasillos del bar para ir a donde se encontraba Emilio, sube al elevador que parece ser pase V.I.P pica el botón se acomodaba un poco el vestido que tenia, obvio no tenía masculinidad frágil, siempre le a gustado vestirse así la puerta se abre y entra Emilio voltea al mirarlo

Emilio: ¿Todo en orden?

Joaquín: Todo en orden, pero, quería tomar unas copas con usted ¿Se puede?

Emilio: Claro que se puede  - Emilio se levanta yendo a su estante, Tom un vino y una copa más sirve   - aquí tiene

Joaquín: Muchas gracias  

Emilio: Por su boda

Joaquín: Salud   - chocan sus copas y tomaban    -

Emilio: ¿Y que se dedica?

Joaquín: Soy diseñador de modas

Emilio: ¿En serio? - Joaquín asiente   - supongo que ese vestido lo diseño usted 

Joaquín: Así es  - toma  -

Emilio: ¿Creí que estaría disfrutando su boda?

Joaquín: Si, pero, deje a mi esposo platicar con sus compañeros de trabajo, y la verdad me estaba aburriendo

Emilio: ¿Y no es celoso?  - toma  -

Joaquín: No siempre se da cuenta de lo que hago, ni siquiera de los tantos cuernos que le pongo

Emilio: Ah, crei que era fiel

Joaquín: No puedo decir que no, a ciertas cosas  - camina hacia donde esta una ventana que podía observar a los invitados, y su esposo aun seguía platicando con sus compañeros  - Soy, ninfomano

Emilio: ¿Y a todos le dice que si?

Joaquín: No, no siempre le digo que si a cualquier pelado prepotente, entre confianza, varios de sus amigos de trabajo me han ofrecido pero siempre los rechazo 

Emilio: ¿Y porqué?  - se levanta llendo hacia el  -

Joaquín: No son atractivos, y por algunas chicas escuche que exponen al tener sexo y me gusta ser reservado  - Emilio se acercaba más  -

Emilio: ¿En serio nunca lo ha hecho con alguno de los amigos de su esposo?

Joaquín: Bueno, solo con uno pero no me gustó, era muy existente y acosador, le conté a mi esposo que me molestaba más no que nos acostamos, lo mando al hospital

Emilio: Bueno, si justifico un poco los selos de su esposo  - al estar atrás de él, bajaba el cierre lentamente del vestido de Joaquín este se da cuenta y sonríe de oreja a oreja mirando hacia la fiesta  -

Joaquín: ¿Porqué lo dice?

Emilio: Pues usted es muy sexy  - le había bajado el vestido de bodas hasta que había quedado en el piso y el quedó en lenceria blanca  -

Joaquín: ¿Usted cree señor Marcos?

Emilio: Claro  - toca sus hombros dando besos en su cuello que los volvía apasionados, Joaquín le da espacio cerrando los ojos sin dejar de sonreír  - esta lenceria le queda increíble

Joaquín: Se lo agradezco señor Marcos   - le sigue besando el cuello, se mordía el labio  - también diseñe la lenceria

Emilio: Le quedó muy bien  - los volvía humedos, soltaba suspiros  - ese culo le resalta bien  - aprieta los glúteos de este, suelta un jadeo  -

Joaquín: Le agradezco   - se voltea  -

Juntan sus labios alejándose de ahí caminando a la cama, quita el saco del mayor y después su camisa dejaron de caminar para seguir besandose, desabrochaba el pantalón y boxér del mayor este quitaba la lenceria del mayor hasta quedar ambos desnudos, besa el  cuello del castaño le da espacio mientras jadea y cerraba los ojos pues este le besaba el cuello salvajemente y este clavaba sus uñas en sus hombros, se vuelven a besar

Lo carga caminando a la cama, lo acuesta estando en medio de sus piernas, entra en el este gime y el mayor empieza a moverse

Joaquín: Ahh  - da estocadas fuertes  -

Gime alto, no se preocupaba pues el cuarto estaba alto y alejado del bar que impedía que los escucharan, se mueve salvaje este gritaba de placer arañando la espalda del mayor le besaba el cuello evitaba dejarle marcas notorias, se mueve más rápido gemian al unísono lo pone boca abajo su torso en la cama y sus caderas alzadas para el, lo agarraba fuerte de la cintura dando rudas estocadas, el menor gemia alto apretando la almohada

Se escuchaban sus pieles chocar, tomaba al menor de las manos mientras sigue dando estocadas rápidas y profundas tocaba su punto voltea un poco su rostro para besarse, el menor se sube a sus piernas al acostarlo y una vez que el mayor estaba nuevamente dentro de él empieza a saltar, lleva sus manos a los glúteos del mayor lo nalguea y este sigue saltando más alto, gimen fuerte la cabeza del menor estaba hecha atrás por el placer haciendo tocar más su punto, lo nalguea nuevamente lleva una mano al cuello del castaño y aprieta, sus ojos se ponían en blanco por el placer alza sus caderas y da estocadas profundas haciendo gritar más alto al menor, estaban por completo en el paraíso a parte el mayor antes había puesto música sobre eso, con sonido de animales entre ellos rugidos de leon o tigres

Vuelve acostarlo y sigue moviéndose rudo, seguía arañando la espalda del rizado llegaban al clímax, sus alientos chocaban, daba estocadas más fuertes sin dejar de maltratar su punto una y otra vez se vienen, juntan sus labios salvajemente

Después de un rato, se había puesto su lenceria y vestido, se acomodaba todo mientras bajaba el elevador para regresar a la fiesta, se acerca a donde estaba su esposo

Aaron: ¿Todo bien?

Joaquín: Si   - sonrie, Emilio también había regresado pero solo para ver a su gente trabajando y viendo al castaño, este lo mira y sonríen  - todo perfecto




















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Lujuria desenfrenada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora