"Si tan solo hubiera tenido lana"
Pensó Xochitl una y otra vez mientras veía a Claudia marcharse sin mirar atras.
Quizá Claudia hizo lo correcto al alejarse de ella pensó una y otra vez mientras escuchaba a sus abogados hablar de como podrían apropiarse de la campaña de Maínez, entonces volvió a pensar... Quería el puesto de presidenta de México, tanto que era capaz de pisotear y destruir las carreras políticas de las dos personas que más amaba, su brisa de invierno Claudia y su pequeño cacahuate tabasqueño Maínez.
Se llevó ambas manos al rostro tratando de asimilar todo lo que sucedió de un momento a otro, trató de recordar cuando fue en que todo se destruyó, no obstante solo recordaba los momentos más hermosos.Décadas antes...
Una tarde de verano Xochitl preparo su puesto de gelatinas junto a su pequeño Maínez, los tres como familia consiguieron forjar un negocio fuerte. Ya no era necesario que Xochitl saliera a vender gelatinas con una bandeja cargada sobre su cabeza, ahora tenía un puesto que podía armar y desarmar cuanto quisiera. Era feliz.
Maínez jugaba con las burbujas mientras corría por toda la plaza lanzando brujitas al cielo.
Xochitl trabajaba por las tardes vendiendo y haciendo limpias en las plazas locales, Sheinbaum se lo propuso, trabajaría por las tardes y estudiaría por las mañanas, al contrario de ella. Si Xochitl estudiaba por la mañana, Sheinbaum y Maínez prepararía las gelatinas y el epazote para las limpias.Al llegar la noche, Maínez ya se encontraba en la quinta nube recostado sobre los brazos de Xochitl. Ellos esperaban a Claudia en aquella plaza pues les tenía una sorpresa.
El corazón de Xochitl latió fuertemente al ver a Claudia bajar de un tsuru blanco, conducido por Andrés Manuel, la figura paterna de Sheinbaum. A Xochitl no le agradaba ese sujeto tan austero, traía a Claudia recorriendo las calles más pobres de los Estados, investigando Dios sabe que cosas con el fin de mostrarle una lección a Claudia. "El dinero no es la felicidad" Al recordar esto, hizo una mueca al girar su mirada y mascar más fuerte su chicle hasta hacerlo sonar.
El dinero si era la felicidad para ella. Con el dinero podía mandar, decir y hacer, desde su punto de vista el dinero era esencial para hacer bailar al perro o para mover el mundo con un dedo.Maínez se despertó al escuchar los pasos de Claudia y se lanzó a abrazarla con sus manitas llenas de tierra. A Claudia no le importo que Maínez estuviera sucio, Claudia solo lo abrazo. Xochitl se apresuró rapidamente para alcanzarlos.
Claudia extendió sus brazos para abrazarla por igual pero Xochitl agarró a Maínez de su pequeño bracito y le dio tres chanclazos.
Claudia no dio crédito a lo que vio.
¿Cómo se atrevía a ponerle una mano encima a Maínez?
¿Por qué estaba tan furiosa?
Y lo más importante ¿Cómo se quitó el huarache tan rápido?
Claudia levantó a Maínez y lo abrazo fuertemente mientras lo alejaba de Xochitl.- ¡Si le vas a pegar al niño pegame a mí! -
Gritó Sheinbaum desde lo profundo de su ser mientras Maínez lloraba desconsoladamente.
- ¡La ropa se ensucia rápido Claudia!
¡Tú no la lavas en el río! ¡Yo la lavo! -Xochitl gritaba y gritaba sin importarle qué las personas se quedaban cerca de Claudia por si necesitaba ayuda.
Claudia le tapó los oídos a Maínez para evitar que escuchara lo que gritaba Xochitl.- ¡Y ese vejete... Ese vejete te llevará a la ruina! -
Para ese momento una patrulla había llegado y los policías trataron de sostener a Xochitl pero ella pataleaba y gritaba.
- ¿¡Qué estas mirando Claudia!?
¿¡Estás mirando Claudia!? -Los 4 policías cargaron a Xochitl y la subieron a la patrulla mientras ella seguía gritando al son de las sirenas policíacas.
- ¡Yo te amo Sheinbaum! ¡Te amo! Pero...
¡No se vale lo que me has hecho! -La patrulla se fue y se alejaron los gritos de Xochitl. Claudia se quedó en shock sosteniendo un bolillo y una coca para el susto.
Maínez ya se encontraba en los brazos de su abuelo Amlo quien le había comprado unas papitas y un jugo para que se calmara.Claudia vio su bolillo a medio comer y suspiro, ya estaba más tranquila. Amlo se acerco con Maínez en brazos y le dijo:
- Ehh... Tienes que dejarla, un día no estarás en público y... no te podrán ayudar... -
Claudia lo interrumpió mientras le daba una mordida a su bolillo.
- Ella no es así... Yo la puedo cambiar, la voy a cambiar. -
Ahora...
Al recordar esto Xochitl sintió un remordimiento horrible y un gusto profundo que no deseaba conocer. Mientras estuvo en el "bote" conoció al policía que le pidió "una mordida" para salir rápidamente de ahí.
Xochitl acepto y ahora ese policía que le ayudo era no más ni menos que su jefe de seguridad.
Quien ahora le esperaba fuera de esa sala. Xochitl salió y ese hombre la acompaño mientras le mostraba expedientes qué extrañamente se perderían, uno de ellos sería esa pelea con Claudia.- Mire mi Xochitl, le podemos poner un 4 al Maínez y obtiene la candidatura rápido. Le aplicamos un Salinas a la Claudia y santo remedio.
"Muerto el perro, se acaba la rabia" -Xochitl se detuvo y observó a lo lejos a Maínez consolando a Claudia. Se veían tan unidos, tan fuertes y tan seguros. Ella pensó en cómo pudo alejarse de ellos de esa forma, en cómo pudo dejarlos. Pensó una y otra vez en lo que le acababa de decir su jefe de seguridad. Sus palabras eran correctas, así se evitaría todo lo que estaba sucediendo.
Negó lentamente y con un nudo en la garganta.- No... No puedo... Yo los amo... ¿Verdad? -
Verdad... Resonó varias veces en su mente. ¿Cuantas mentiras dijo a la gente? ¿Cuantas mentiras le dijo a Claudia? Y ¿Cuantas mentiras le dijo a Maínez?...
Y entonces todo negro, un solo sonido estática y gente corriendo y gritando.
La presión de Xochitl había subido y le causó un desmayo... ¿Solo un desmayo?
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La 4T (clauchitl)
FanfictionClaudia Sheinbaum esta apunto de recibir el título más importante del país cuando de pronto apareció una persona a quien amo incondicionalmente... ¿Podrá su amor vencer las adversidades? ¿Podrán venderse todas las gelatinas? Ni siquiera cabecita de...