La 4T (clauchitl)

Capítulo 5: Coahuila

La multitud gritando y agradeciendo era lo único que Sheinbaum lograba escuchar. No obstante, no dejo nunca de pensar en gritos y más gritos. Gritos de auxilio, de dolor y de pesar.
Un sabor amargo se paseo por su boca y terminó en su garganta. El rostro pálido de Maynez iluminado por la luz blanca se pasó por su mente. En la sensación de sus manos sintió el frío de la plancha igualando la temperatura de Maynez.
Aunque no estuviera muerto, sólo desaparecido en su corazón sabía que estaba en peligro.
Volvió a las luces y el presente. Se tambaleó pero AMLO la sostuvo para darle el cetro de poder.

— Eh... Felicidades Dra. Sheinbaum, no es momento de caer, tiene que ser fuerte. Tiene que ser el pilar de la nación... —

Claudia sostuvo el cetro para levantarlo con una sonrisa que apenas lograba sostener. El zócalo se encontraba atestado de personas que festejaban el triunfo de Sheinbaum. Ella sonreía y agradecía.
Después de varios minutos que parecieron horas, Sheinbaum salió del balcón presidencial y cerró las puertas cayendo de rodillas al suelo.
Se sostuvo fuertemente del cetro para levantarse mientras un escolta le ayudaba.

— La prensa y los noticieros están apunto de anunciar la baja del candidato del partido... —

— Se llama Maynez, mi niño Jorgito Maynez... a él le gustan las gelatinas de fruta doble y sandía... —

Esa noche Sheinbaum no logro recuperarse y evito salir del palacio y se refugio en la oscuridad de la noche. Al igual, en esa noche tormentosa miles de niños lloraron la pérdida de Maynez, un candidato que puso a bailar a todo un país. Un candidato que se preocupaba por la juventud en general.

En la madrugada mientras se el funeral terminaba de alistar, recibieron los resultados de las votaciones, ella ganó la presidencia, después Xóchitl y por último Maynez...
La tableta de los resultados se le cayó de las manos al ver los resultados. Hasta ayer se sabía de antemano que Xóchitl fue desplazada al tercer lugar y no al segundo.
Las lágrimas de Claudia se convirtió en el enojo más fuerte que había sentido.
Claudia hizo los videos de su victoria, dio su discurso y el anuncio del homenaje a Máynez y por su puesto toda la ciudadanía estaría invitada, incluso las candidatas rivales. Hizo una mención fija a la cámara, dirigiendo su mirar y sus palabras a Xóchitl Galvez.

***

Xóchitl miró con atención la pantalla  el mensaje que Claudia le daba era fuerte y directo. Jamás había sentido tal enojo por parte de Claudia.
Sin decir nada salió del hospital en donde se encontraba, esquivo a la prensa saliendo por el cuarto de lavado llegando a un callejón oscuro.
La lluvia la empapó totalmente escondiendo sus lágrimas. Sacó de su bolsa bordada a mano sus collares, su huipil y sus huaraches para tirarlos en un contenedor de basura que decía "Trhas".

— Ya no más Xóchitl Galvez de ahora en adelante solo seré Bertha Galvez. —

Diciendo esto se alejo dejando atrás todos los colores que alguna vez los artesanos le regalaron a contra voluntad.
Xóchitl recorrió las calles hasta llegar a un puesto de tacos de pastor. Allí frente a la iglesia, prometió vengar a su niño y recuperar el amor perdido de Sheinbaum, aún si le costará la vida, ella volvería a estar en los brazos de Sheinbaum. Le dio una mordida a su taco y sorbio de la pajilla de su bolsita de soda.
Esa cena jamás la olvidaría, la cena de la redención, esa noche de lluvia vio nacer a Bertha Galvez, a la mujer que Sheinbaum solo pudo ver.

— Mi Xóchitl ¿es verdad?... ¿Usted se quebró al Maynez? —

Preguntó el taquero mientras afilaba su cuchillo. El silencio se hizo presente, los demás clientes seguían comiendo mientras veían a Xóchitl esperando una respuesta. El taquero rebano la carne de trompo y la sirvió con un trozo de piña directo al plato de Xóchitl.

— No seas wey... Tal vez el partido aliado de Xóchitl Galvez si, pero Bertha Galvez no. —

Xóchitl se llevó el taco a la boca dejando caer salsa sobre el, claro de la que pica.

— En todo caso yo siento y se que Máynez esta desaparecido. Aunque lo hayan dado por muerto. —

Bertha Galvez se perdió entre el picor y ardor de su boca por la salsa, debió echarle de la que no pica y no de la que pica.Sin embargo ella ya no era la de antes.
Comenzó a pensar en cómo recuperaría a Máynez, debía hablar con su esposo para que le dijera en donde se encontraba él. Pero, algo le revolvía el estómago, no, no era el famoso suaperro se trataba de su esposo. Al finalizar la campaña su matrimonio terminaría, aunque no estuvieran divorciados él no le permitiría verse.
Al terminar sus taquitos de 3x20 envolvió su bufanda al cuello ocultando las marcas de violencia de su esposo.
Se dirigió a la oficina central de su candidatura, nadie esperaba verle en ese lugar y menos con esa pinta. Entonces lo supo, los guardias no la dejarían entrar sin darles una "mordida"
Les dio 200 pesos a cada uno y le dejaron entrar al edificio, ella cubrió su rostro y subió evitando todas las cámaras de seguridad hasta que por fin llegó a la oficina.
Entro con facilidad, aún tenía las llaves.
Lo primero que vio fueron las carpetas en su escritorio, los nombres y direcciones de ella y las personas que conocía, después las personas que conocía Máynez y por último la carpeta de Claudia Sheinbaum esta, con una cintilla roja marcando importancia. Entonces leyó la primera opción en la lista accidente automovilístico.
La sangre se le heló por completo, debía moverse con rapidez para evitar perder a las personas que amaba.