Ritual II: La historia comienza... ¿de nuevo? ©

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Debra

Apenas habían pasado unos treinta o treinta y cinco minutos desde que llegamos a ese lugar, pero a mí me parecía que había pasado toda una vida.

Ese hombre, Marcus nos había invitado a sentarnos y tomar algo en lo que ellos hablaban de sus asuntos, que por lo que alcanzaba a oír se trataba de cosas referidas a sus negocios. Quizás ese hombre además de ser su amigo era su socio.

No tenía conocimiento sobre lo que hablaban, mi mundo era el arte, no empresariales, de modo que no me inmiscuí en la conversación, tan sólo me dedicaba a tomar de mi refresco y a seguir observando lo que había a nuestro alrededor.

En el tiempo que ellos pasaban hablando, yo pude percatarme de la existencia de una puerta situada a espaldas del gran sofá en 'U' en el que nos encontrábamos sentados con un pequeño cartelito blanco con la frase 'PROHIBIDO EL PASO A PERSONAL NO AUTORIZADO' que llamó irremediablemente mi atención. ¿Quizás podría tratarse de un despacho? Podría ser, pues cuando subimos Eros y yo aquí no había nadie y ese hombre apareció de la nada, así que debió salir de detrás de esa puerta.

-Entonces, Debra... -Di un leve respingo al oír la voz de ese tipo y lo miré abandonando mi curiosidad. -Conoces al gran Hades Rydenhat, ¿no es así?

Su rostro se iluminó portando una media sonrisa que no me inspiró ningún tipo de confianza, la dibujó como si se tratase de una pregunta burlesca y no me gustó la sensación que me hizo experimentar.

No entendía muy bien por qué me hacía esa pregunta, pero en vista de que se dedicaba a los negocios y era amigo de Eros, no podía parecerme del todo extraño su pregunta y asentí.

-Sería raro si no conociese a mi propio cuñado, ¿no cree, señor Marcus? -No sabía hasta donde debía llegar la mentira de Eros, pero me pareció lo más factible fingir frente a ese hombre.

La mueca burlesca desapareció de su cara dejando a su paso un semblante confuso y sorprendido al mismo tiempo. Frunció el ceño y miró de golpe a Eros.

-¿Estás saliendo con ella? -Me señaló sin dejar de verlo. Casi parecía que le estaba reclamando por ese hecho.

La fugaz risita de Eros hizo que ahora yo lo mirase también.

-Que va. -Siguió riendo, moviendo sus manos para quitarle importancia al asunto. -Sólo me está ayudando a fingir frente a mi familia.

Me sorprendió oír cómo revelaba la verdad como si nada. Estuve tentada de pedirle una explicación, pero entonces recordé que yo misma le había confesado a Rachel, Mandy y Missy sobre la falsa relación que mantenía con Eros. Así que di por hecho que si yo se lo había confiado a mis amigas, él también se encontraba con el derecho de revelarle la verdad a su amigo.

-¿Y esa mentira también forma parte de tu plan?

Las palabras de Troy Marcus me tomaron desprevenida. ¿De su plan? ¿Acaso se refería al mismo plan que tenía conmigo o...?

-¡Por supuesto!

La euforia palpable en la respuesta casi inmediata de Eros me hizo dudar por un momento y volví a verle. Parecía algo nervioso. Alterné mi mirada entre él y el chico rubio descubriendo una imagen extraña: Marcus parecía divertido con toda esta situación, mientras que Eros no dejaba de reírse nervioso sin dejar de verme.