"¡¿UN QUÉ?!" Mi cerebro definitivamente explotaría. La simple idea de lo que mi papá acababa de pronunciar era totalmente ridícula. ¿Qué era yo? ¿Una celebridad? Por Dios. Era ridículo."Un guardaespaldas..."
Quise reír, pero no lo hice. Simplemente lo miré como si tuviera dos cabezas. Como si fuera un ser de otro planeta. Esto definitivamente no estaba pasando y en realidad había muerto a manos del asesino, o quizás la bala que había penetrado su craneo para intentar detenerlo en realidad la había recibido yo y no él.
"¿Es broma?" Pregunté un tanto calmada. Solo quería que me dijera que si, era una maldita broma, y de muy mal gusto a mi parecer.
"Lennon... Los hombres que entraron a nuestra casa son de uno de mis más grandes enemigos. Ahora que los hemos eliminado, no puedo dejarte andar por la calle sin ningún tipo de seguridad. Él estará cerca de ti pero no lo vas a notar y-..."
"¿Qué soy? ¿Paris Hilton? Papá, esto es totalmente ridículo" Crucé mis brazos totalmente indignada y él suspiró con cansancio mirando a Marcela pidiendo algo de ayuda, por lo que hablé antes de que ella pudiera decir algo que me hiciera aceptar. "No necesito que un sujeto me esté cuidando como niñera todo el tiempo, a partir de ahora portaré mi arma y la usaré cuando sea necesario"
El tema de mi arma algo agridulce. Había aprendido a usarla por puro capricho de mi papá. La excusa era algo similar a lo que me decía en este preciso momento, que sus enemigos querían desterrarlo del negocio y tenía que protegerme de una manera. Claro, dándole un arma a una chica de quince años era su manera de protegerme.
"Es lo que no quiero que hagas Lennon. Hemmings será tu sombra pero no interferirá en tu vida a menos que sea estrictamente necesario" Hice una mueca molesta. Papá tomó una bocanada de aire antes de volver a hablar. "Y te mudarás a Seattle el resto del año"
Me quedé completamente estática. Entonces por eso las cajas en mi habitación. Ahora él quería deshacerse de mi, seguramente con la misma excusa de mantenerme segura. "Terminarás tus estudios allá y cuando termine con este lío, podrás regresar si así lo deseas, aunque una parte de mi sabe que si por ti fuera, te quedarías lejos de aquí princesa..."
Mi animo decayó por completo. Es decir, no tenía ánimo pero lo poco que tenía, ya no existía. Nuevo México era mi hogar. Su desértico clima era parte de mi. Estaba acostumbrada al calor extremo, los cactus en las autopistas pintando el amarillo paisaje de verde y su intento fallido por igualar la comida mexicana. Aquí había nacido y aquí seguía creciendo. Pero la idea de escapar de este lugar para alejarme por completo del peligro que mi papá le traía a nuestro hogar sonaba un tanto tentador.
"Lennon, eres lo único que me queda y cuando tu madre murió, juré que no terminarías de la misma manera" Podía escuchar el dolor en cada palabra. Podría culpar a mi padre de la muerte de mi madre cientos de veces, pero lo peor de todo es que él era consciente de eso. Él era consiente de su muerte fue por causa suya y se perfectamente que se odia a si mismo desde ese día.
Deseaba poder apoyarlo en ese dolor, pero mi enojo siempre me superaba. Y no sabía como detenerlo.
Bajé la vista a mis pies, las lágrimas comenzaron a botar de mis ojos como cascadas. El nudo en mi garganta crecía con cada segundo que pasaba y pronto, en mi campo visual aparecieron los zapatos de papá. El aroma de su loción siempre inconfundible me envolvió y en un segundo, tenía sus brazos al rededor de mi. Mi mejilla se estrelló en su pecho y cerré los ojos sintiendo tantas emociones. Su abrazo era reconfortante a pesar de todo lo que ha pasado. Porque sabía que aunque él era la principal fuente de nuestros problemas, también era mi única familia y mi papá.
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TOO SWEET | LRH
FanfictionLa familia Santana se cae a pedazos con lentitud. Uno de los políticos más importantes del Congreso tiene una doble vida que solo aquellos más cercanos conocen y sobre todo, aquellos que trabajan para él. Su única hija se convierte en el objetivo nú...