UNO

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Eran las 8 de la mañana, Jeon Jungkook no tendría una clase hasta las 10, pero debía trabajar en varios asuntos del centro universitario por petición del director.

Movía el bolígrafo entre sus dedos, esperando la visita de su alumno Kim Taehyung, pero sabía que era probable que el joven no llegara hasta tiempo después, debido a que los alumnos solían tener su primera clase sobre las diez u once de la mañana.

Encendió su ordenador y trató de concentrarse en realizar todos los informes y rellenar los documentos que le había pedido su jefe para aquella semana.

Un toque sutil a la puerta llamó su atención, aunque no dejó de teclear.

— Adelante. — Pronunció mientras miraba la pantalla de su ordenador.

Se abrió al puerta y escuchó aquella voz que esperaba oír aquel día, la de su alumno Kim Taehyung.

— Buenos días, profesor Jeon.

No lo miró, estaba acabando de escribir una cosa que si se le olvidaba probablemente no recordaría. Una vez pulsó el botón de enviar, miró a su alumno. Este iba vestido diferente a lo habitual y su expresión no era del todo seria.

— Buenos días. — Contestó confuso. — Se le ve feliz, ¿algo bueno ha pasado?

— Eh... No, nada en especial señor. — El chico apartó su mirada y agarró su bolsa para sacar unos papeles, lo que suponía que era su trabajo.

Jungkook no pudo evitar fijarse en la vestimenta. El menor iba con una camisa corta ancha, con los dos primeros botones desabrochados, dejando ver parte de sus clavículas y pecho junto a una cadena de oro. Llevaba unos pantalones tejanos algo anchos pero de un color azul claro. Esta vez no iba con el pelo alborotado, estaba algo peinado pero nada excesivo. Sus gafas le daban un toque formal, pero nada fuera de lo normal

— Cierto... Venías por lo del trabajo. — Agarró las hojas y miró la calificación. — Te preguntas por qué la calificación no es perfecta, ¿o me equivoco?

— Exactamente.

El pelinegro largó una carcajada antes de mirar aquel trabajo totalmente impecable y el mejor de la clase. Ese trabajo merecía el máximo si se trataba de comparación con el resto.

— Yo sé que sabes que eres el mejor de la clase. — Dijo mirando el ordenador con todas las calificaciones de sus alumnos. — Supongo que siempre lo has sido y estás acostumbrado a eso.

Miró al menor, este estaba sonrojado.

— Supongo que sí, señor Jeon.

— No me llame señor, me siento viejo.

— De acuerdo, profesor.

Suspiró al ver que su alumno no entendía que solo quería que lo llamara por su apellido.

— Como te decía... Sé que lo sabes, pero eso te da una seguridad muy grande a mi parecer... No digo que lo que haces no es perfecto... Pero no quiero que mis alumnos sean conformistas. — Explicó adelantando su cuerpo hacia el de Kim. — Sé que puedes dar más de ti... No solo realizar las cosas para que superen a tus compañeros. Estás aquí para especializarte y sé que puedes dar más de ti, explorar tus puntos débiles en cuanto a la escritura, experimentar de vez cuando, salir de la forma de confort.

— No entiendo... ¿Lo que quiere decir es que quiere que intente hacer algo que nunca antes he probado en este ámbito?

— ¡Efectivamente! No solo conformarse con lo que se nos da bien... Adquirir nuevos conocimientos, cuantos más tengas, más culto serás en tu ámbito profesional. Como profesor quiero que os hagáis expertos en todos los ámbitos de mi asignatura... Por eso mismo tu calificación no es perfecta... A comparación de tus compañeros lo es, pero quiero algo más, espero mucho de ti, joven. Debe aprender que no todo es comparación con el resto de alumnos.

05. GIVE ME LESSONSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora