Me Convertí En Un Asesino En Serie En Una Loca Película De Terror

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S#2. Eso(1)

Justo después de escapar del bosque de pesadilla.

Con la ayuda de un amable camionero que pasaba por la carretera junto al bosque, cambié la rueda reventada del coche de Nancy.

Fue un alivio.

Ahora podía dejar ir a Nancy sin preocupaciones.

Pero ahora, ¿adónde debía ir?

Esto era Estados Unidos en la década de 1980.

Una época demasiado vaga para que viviera un fanático de las películas de terror que había acabado en el cuerpo de un leñador asesino.

Le pregunté a la voz de mi cabeza, el narrador.

"Narrador, ¿cuándo puedo volver a casa?"

-La película no termina hasta que aparecen los créditos finales.

"¿Cuándo aparecerán los créditos finales?"

El narrador permaneció en silencio.

No tenían intención de enviarme de vuelta.

Pero eso no era motivo para desesperarse.

Originalmente, mi cuerpo era frágil, pero ahora, con este cuerpo, era anormalmente fuerte.

Tan fuerte como para ganar un combate de lucha libre con un gorila.

Podía hacer cualquier cosa que requiriera fuerza física.

Trabajo manual, tala de árboles, fútbol americano, artes marciales mixtas, doble de riesgo, asesino...

Mientras reflexionaba sobre mis opciones profesionales, Nancy se me acercó.

"Summer. ¿Tienes un lugar a donde ir?"

Nos sentíamos cómodos hablando.

Al principio, Nancy desconfiaba de mi aspecto rudo, pero ahora había bajado completamente la guardia.

"Estoy pensando en ir a un pueblo cercano".

"¿Un pueblo cercano? ¿Qué harás allí?"

"Tendré que buscar trabajo".

"...Summer, ¿qué tal si vienes conmigo?"

"¿Contigo?"

"Sí, ven a nuestro pueblo. Puedes quedarte en mi casa hasta que encuentres trabajo".

Nancy insistió con seriedad.

No era sólo de boquilla; era una oferta sincera.

Probablemente me consideraba su salvador y quería recompensarme.

"Pero Nancy, no quiero agobiarte".

"¿De qué estás hablando, Summer? ¡Claro que no! Tú me salvaste. Ahora me toca a mí ayudarte".

"¿De verdad...?"

"Sí. Definitivamente te ayudaré. Puede que no te des cuenta... pero necesitas ayuda, Summer".

Los ojos azules de Nancy brillaban con una luz distante.

Eran los ojos lastimeros que uno le pondría a un cachorro empapado por la lluvia.

Nancy creía firmemente que yo necesitaba un psiquiatra.

Era un malentendido ridículo, pero no me creería aunque se lo explicara.

No necesitaba un psiquiatra, pero sí un cálido refugio temporal.

"...Gracias, Nancy. Entonces, estaré en deuda contigo".