01/11/2008 -
- Hamburgo, Alemania.
Quería matarlo, quería sentir el poder de hacerlo sangrar.
Hoy el doctor Sulek vino para otra sesión. Me hace las mismas preguntas una y otra vez y cada palabra que sale de mi boca es como un nuevo descubrimiento para él.
Dr.sulek: Hoy es tu undécimo cumpleaños, Tom. ¿Extrañas tu antigua vida? - Lo miré, mientras imaginaba todas las formas en que podría decapitarlo.
Tom: Lo siento, pero aquí es cómodo.
Dr.sulek: Veo que no has cambiado de opinión – dice, tomando notas en el portapapeles – ¿aún recuerdas esa noche, Tom?
tom: no. Es como si nunca hubiera sucedido-miento.
Dr. Sulek: ¿Entonces ya no recuerdas la sensación que sentiste cuando llegaste aquí por primera vez, hace once años?
Tom: eso ya no me pertenece – digo mirando fijamente el tenedor empapado en glaseado de limón que estaba en su plato, en la pequeña mesa al lado de su sillón.
Dr. Sulek: ¿seguro, Tom? - Lo miro - si te doy esto - dice tomando el objeto que estaba mirando antes - ¿qué harías?
Tom: nada - Te perforaría el cuello con tanta fuerza, hasta el punto de encontrar tu tráquea, hacerte quedar sin aliento y ver tu muerte lenta y agonizante - No haría nada, Sulek.
Dr.sulek: ¿conoces tu estado mental, Tom? ¿Sabes cómo es tu progreso?
Tom: ¿mi estado mental? ¿que es lo quieres decir?
Dr.sulek: Quiero decirle que soy tu psiquiatra, no hay necesidad de mentir.
Tom: ¿cómo puedes confirmar esto? ¿Qué te hace estar tan seguro de mis pensamientos?
Dr. Sulek: No estoy seguro y no sé si estás siendo sincero. Pero veo la tentación en tus ojos- suena la alarma.
Tom: nos vemos la próxima semana, Doctor – digo poniéndome de pie.
Sus preguntas me asfixian y yo también quiero asfixiarle.
ESTÁS LEYENDO
𝐇𝐀𝐋𝐋𝐎𝐖𝐄𝐄𝐍 | 𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛
Horror+ 𝑬𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒓𝒐𝒎𝒂𝒏𝒄𝒆 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝑯𝒂𝒍𝒍𝒐𝒘𝒆𝒆𝒏. 𝑳é𝒊𝒂 𝑴𝒂𝒓𝒕𝒊𝒏, 𝒆𝒔𝒕𝒖𝒅𝒊𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒄𝒖𝒏𝒅𝒂𝒓𝒊𝒂, 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒏𝒊ñ𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒐 𝑭𝒓𝒆𝒅 𝒆𝒏 𝒔𝒖 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒆...