HALLOWEEN 15

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Jueves, 16/10/2009

• han pasado dos semanas •

- Leipzig, Alemania 17:38 p.m.

Después de toda esa confusión, Marie y yo decidimos dejar de señalarnos con el dedo.  Estamos haciendo todo lo posible para no discutir por frivolidades y ella prometió no acusar a Tom de cosas triviales, como asesino.

Puedo decir que estamos logrando separar ese odio inexplicable que ella tiene hacia Tom, incluso hoy salimos juntos.

Marie y Georg están cada vez más unidos y ella al menos está contenta por eso.  Georg aceptó salir juntos, ayer hablé con Tom y aceptó después de una gran noche juntos.

Marie: tenemos que ir temprano, sabes que Georg aún no tiene auto - dice mientras come fresas.  Estamos en la cocina, mientras preparo el último chocolate del día.  Hoy Fred rompió el récord, bebió chocolate cinco veces.

Leia: ¿y su moto?  ¿No está funcionando?

Marie: sí, pero Gustav irá con nosotros.  Se me olvidó decirte -sale con un sonido extraño, ya que tenía una fresa en la boca.

Fred: comer con fresas en la boca es de mala educación — dice el pequeño que estaba sentado en el suelo jugando con unos carros.

Marie: mocoso molesto – susurra haciendo una mueca.  Sonreí y luego volví al tema.

Leia: vamos todos en el auto de Tom - le doy la idea.

maría: no.  Ya no basta con salir con él —la miro reprensivamente.  Marie pone los ojos en blanco y luego dice- está bien .

Esperamos a las seis de la noche, cuando llegaría doña Elisa.

Después de que llegara me pude ir.

Voy a prepararme en la casa de Marie, así que ayer le pedí a Tom que me recogiera allí.  Como no tiene teléfono, ni insiste en tenerlo, es imposible comunicarse.

A las siete ya estábamos casi listas, me apresuré un poco y faltando dos minutos para las siete y media, bajé las escaleras afuera de la casa de Marie.  Tom sólo vino una vez, el día de la fiesta, así que temí que hubiera olvidado qué casa era.

Cuando abro la puerta, veo al hombre apoyado contra su auto.  Su memoria es realmente buena.

Cuando lo vi, una sonrisa apareció inmediatamente en mi rostro.  Él estuba genial como siempre.

Leia: Pensé que tardarías en llegar, -dije acercándome a él y abrazándolo por  el cuello.

Pronto abraza mi cadera y me da un beso en los labios.

Tom: Quería llegar a tiempo - dice, pasando sus manos por mi espalda desnuda.  Llevaba un vestido lila, que tenía una abertura en la espalda y en los pechos.

𝐇𝐀𝐋𝐋𝐎𝐖𝐄𝐄𝐍 | 𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora