CAPÍTULO 3

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Narra Sebastian

-¿Nueva secretaria?.- no puedo despegar la vista de la pelinegra que aun mantiene puesta la mirada en mi.-

-Empieza el lunes.- Ester me responde.-

-¿De donde la conoces?.-

-Eso no te importa, Stan.-

La pelirroja enarca una ceja mirándome antes de abrir la puerta de la oficina de Carla.

-Solo preguntaba.- levanto las manos en señal de rendición.-

-Mucho preguntas.-

No dice más y se adentra. Carla está acomodando como loca su oficina. Recién pudo establecerse en la zona financiera de Boston y es complicado el hacer mudanza.

-Sebastian.- me sonríe.-

No puedo negar que la mujer de mi amigo es hermosa. Desde el momento en que la vi, supe el porqué Chris se enamoró perdidamente de ella. Su sonrisa, sus ojos, su nariz, su mejillas, su mentón, su perfil es precioso. Y eso que no hablo de su físico, porque ya me estaría pasando de la raya con ella. Es la mujer de mi amigo.

Me acerco y le doy un beso en la mejilla.

-¿Cómo va todo?.-

-Cansado.- mira a Ester.- me la he pasado trayendo cajas, acomodando muebles, decorando. Todo esto sola, porque mi mejor amiga fue a una cafetería por café y no trajo ninguno.-

-¡Hey!.- Ester se cruza de brazos.- te traje una nueva secretaria. Mi trabajo ahí ya acabó.-

-Tu trabajo es ayudarme a poner estas adornos en la parte de arriba a de esa repisa.- reprocha la enana mujer de mi amigo.-

-Todo porque soy alta.- rueda los ojos.-

Yo solo me concentro a mirar divertido la pelea de ambas mujeres. Nadie pensaría que siendo tan diferentes en personalidades, se llevarán tan bien.

Con Carla me dedico a conversar sobre el tema de los refugios y de todos los trabajos que vamos a tener. Necesito estar empapado del tema ya que al igual que Chris y Henry, también soy un inversionista más en este negocio.

Salgo de la oficina cuando noto que se me hace tarde para ver a Anabelle.

La rubia es una mujer asfixiante. Todo el tiempo se la quiere pasar conmigo y bueno, todo esto también tiene sus ventajas.

El separarme de Alejandra generó que muchas personas especulan de mi vida. Y bueno, no es algo que quiera que pase. Siempre me ha gustado mi privacidad, pero tampoco me quiero ver como un conquistador por el mundo.

-Llegas tarde.-

Anabelle se coloca el cinturón de seguridad de mi cámaro y nos enrrumbamos hacia su departamento.

No digo nada y sé que esto le enoja a ella, ya que suelta un fuerte puñetazo en mi brazo.

- Te estoy hablando.- suelta brava.-

-No quiero hablar.- suelto sin mirarla.- ¿acaso no entiendes mi silencio?

-Sebastian, me has tenido cinco minutos parada en todo el frío.- reprocha.- pude haber muerto de una neumonia.-

-Pero no lo hiciste.- suelto.- y no empieces con tus cantaletas que ánimos no tengo de escucharlas.-

No dice nada más y así hasta llegar a casa. Nos encontramos en Boston ya que la cena fue hace unos días y tenía que arreglar unos pendientes con Carla.

-¿A donde fuiste?.- me pregunta cuando ingreso a la habitación.-

-Fui a la constructora a hablar con Chris, pero no estaba así que Carla me puso al tanto de las cosas.-

¿Soy tu "Daddy"? | Sebastian Stan [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora