La esper y el segundo hijo

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Primer día en la Academia Edén de Anya, de mi historia "La esper que debe salvar al mundo pero está más cerca de destruirlo" (aún sin publicar)

★★★

—Les agradecemos por estar aquí en este día tan especial —comenzó el presentador.

Anya no le prestó atención, estaba concentrada leyendo mentes buscando algún pensamiento interesante que la sacará del aburrimiento.

Loid estaba concentrada repasando el plan de la operación Strix —bueno, el nuevo plan— en el que ella se debía convertir en una académica imperial para poder acercarse a Donovan Desmond. Qué irónico considerando que ella puede solicitar una reunión con el presidente sin necesidad de esperar a las reuniones de la escuela.

Yor, a diferencia de Loid era más simple, solo pensaba en si estaba actuando normal en frente de las personas y los convencía de que eran una familia como cualquiera.

“Si alguien llegara a sospechar creo que tendría que matarlo”.

Anya siguió buscando mientras el presentador llamaba a los alumnos de primer grado del nivel primario, que recién comenzaban su vida académica. Ella aún no tenía que preocuparse, los alumnos de primero del nivel secundario serían llamados dentro de 10 minutos si sus cálculos no le fallaban.

La espera es aburrida, lo bueno de leer la mente es que en momentos como estos la cabeza de otras personas puede ser más interesante que el mundo exterior.

Un pensamiento en particular llamó su atención, porque llegó a conocer bien al dueño de esa mente. Anya giró su cabeza hacia la derecha y pudo ver a Jeeves sentado al lado de un chico con expresión cansada.

“El señor y la señora Desmond no vinieron, como siempre, pero al menos esperaba ver al amo Demetrius acompañando a su hermano, pero lo dejaron solo, otra vez. Oh, es la señorita Anya”.

Jeeves la saludó moviendo sutilmente su mano cuando la vió mirándolo. Anya hizo lo mismo, no fuera a quedar mal. El chico al lado de su vecino se percató de esta breve internación y la miró curioso.

“¿Quién es ella? ¿De dónde conoce a Jeeves?” Pensó el chico, pero a la vez le estaba preguntando a su mayordomo.

—Es una niña que vive en el mismo complejo de departamentos que yo, amo Damian —le explicó Jeeves, Anya no podía escucharlos pero si leerles la mente para saber que se decían —. Se llama Anya y es una chica encantadora, creo que le caería bien joven amo.

El chico, Damian, volvió a mirarla pero ahora con más detenimiento.

“Es linda”.

Anya tardo dos segundos en procesar ese pensamiento antes de darse la vuelta y dejar de mirarlos, le dió escalofríos.

Esperen… una revelación apareció en la mente de Anya. Acaso Jeeves no había dicho que el señor Desmond, su esposa y su primer hijo no se habían presentado para el primer día del chico ese. ¿Por qué tendrían que hacerlo? La única razón lógica que existe es que el chico también sea un Desmond. Otro Desmond. Oh. El chico es el segundo hijo de su jefe.

—Damian Desmond —susurro Anya al darse cuenta.

—¿Dijiste algo Anya? —le preguntó Loid al darse cuenta del rostro conmocionado de su nueva hija.