El invocador

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Hace mucho tiempo en un reino muy lejano, se escucho de una leyenda en la cual un grupo de héroes serian llamado al deber para salvar el mundo, del caos que crean los ángeles caídos.

Estos héroes son seres invocados de otros mundos, con habilidades mas haya de la lógica, estos seres siempre responden al llamado de los humanos, demi-humanos, elfos y enanos. Los cuales solicitaran sus fuerzas cuando estén perdiendo contra los ángeles caídos.

-unidades pesadas adelante, arqueros preparen sus flechas, magos activen su magia de aumento de poder.

Gritaba un joven elfo de cabello dorado, el cual comandaba un batallón en una de las tantas escaramuzas contra los ángeles caídos.

-jujujuju que lindo es ver a los elfos y enanos trabajando junto con los humanos y demi-humanos

Decía una mujer de piel ceniza la cual estaba volando, usando sus alas oscuras, esta simplemente espero pacientemente el ataque del batallón para así eliminar a estos sucios mortales.

-AHORA MAXIMA CARGA, FLECHA DE ORICALCO

Gritaba el comandante elfo a sus soldados, mientras que el alistaba su ataque mas fuerte, el cual fue lanzado junto con las flechas de sus compatriotas, los humanos y demi-humanos que estaban dentro de las armaduras pesadas comenzaron a atacar, a los subordinados de aquella ángel caída, la cual simplemente se deleitaba en el dolor que le provocaba que todas esas flechas elficas penetraran su piel.

-¡OOOHHHH SIIII DEMONIOS SIIII ME GUSTA CUANDO ME HACEN TANTO DAÑO!

Gemia la ángel caída de placer, porque un sinfín de flechas la habían penetrado salvajemente en todo su cuerpo, incluido en sus zonas erógenas las cuales estaban disfrutando de este dolor como nunca.

-por los dioses...bueno mejor no pienso en eso ahora

Decía el general élfico sonrojado, y queriendo ocultar el hecho de que escuchar esos gemidos de placer, por parte de la ángel caído le habían despertado sus instintos primarios.

La lucha continuo los soldados humanos y demi-humanos lograron destruir a los esbirros de los ángeles caídos, dejando solamente de pie a las generales ángeles las cuales estaban alistando sus armas.

-jejeje tantos mortales para jugar

Decía una ángel caída de piel morena y cabello rojizo

-ohh mira demi-humanos, esos tipos siempre son resistentes puedes montarlos por varios dias hasta que mueren ¡AJAJAJAJA QUE DIVERTIDO!

La que hablaba entre risas era una ángel caída, de piel blanquecina cabello rubio y escasa ropa pero llena de accesorios en todo su cuerpo, esta tenia cuatro enormes tetas las cuales parecían estar moviéndose por sí solas.

-mmm el jefe de este batallón es un elfo delgaducho, no pueden poner al mando a uno grande, fortachón y peludo, dios necesito follar con un hombre así ahora mismo

La que se quejaba de los mandos del ejercito de los mortales, era una ángel caída de dos metros de alto, cuernos en su cabeza y pecho plano pero de unas grandes y anchas caderas las cuales estaban al aire no importando que sus enemigos vieran su coño o su ano, es más eso le encantaba.

-jujuju niñas no se quejen, ellos estan haciendo todo lo que pueden para complacernos

Decía la ángel caído la cual estaba llena de flechas y sangrando pero no importándole un demonios su situación, regaño a sus subordinadas por tratar mal a sus presas.

-vamos comandante Azazel, no sea tan indulgente con ellos por que llenaron todos sus poros

Decía la ángel caída de piel morena y de cabello rojizo

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