RADIANTES [BRILLO #1]

CAPITULO 1*

PARTE I

[1]
Orgullo

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"Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado."

Proverbios 21:4

Ethan.

El molesto sonido de mi alarma sonando en la mesita de noche, me despierta de mi plácido sueño. Ganas no me faltan para estampar ese odioso despertador contra la pared, pero mi abuela se molestará si lo hago.

Con todo el pesar de mi alma, me levanto de la cama y voy directamente al baño. Me cepillo los dientes y me doy una ducha de agua fría para despertar los músculos de mi cuerpo que aún están dormidos, como mi cerebro. Me visto con lo primero que consigo, hoy no tengo ánimos de lucir genial, aún que no es por presumir, pero podré tener una bolsa de basura encima y me veré genial. Bajo a la cocina y me encuentro con mi abuela en la mesa del desayuno haciendo lo que ella llama "devocional".

—Buenos días—le digo buscando la leche en el refrigerador.

—Buenos días, cariño—amable responde.

Mi abuela siempre ha sido muy cariñosa conmigo, pero cuando se trata de su religión es más fastidiosa que la alarma del despertador.

—¿No te cansas de hacer todos los días eso?—pregunto mientras me siento frente a ella con mi cereal.

—¿Tú te cansas de comer todos los días?—réplica sin despegar la vista de lo que lee.

—No.

—Exacto. El devocional es la comida de los cristianos. El ser humano no puede vivir sin la comida y los cristianos no podemos vivir sin leer la Biblia. Es demasiado importante.

Ruedo los ojos por su sermón y opto por quedarme callado y terminar de comer para poder largarme. Termino mi demasiado importante desayuno y salgo de casa para ir a la universidad.

La universidad donde estudio es pública y aunque eso no me importa sigo destetando la aglomeración de seres repugnantes que solo me quitan el oxígeno.

—¡Eh! ¡Ethan!

Volteo para ver a Jasper, quien me ha gritado y viene con Andrew . Ambos son mis amigos desde que tenemos como ocho años, tal vez menos.

—Hola—les digo cuando se acercan.

—¿Cómo estás, amigo?—pregunta Jasper.

Andrew solo se limita a asentir con la cabeza a modo de saludo, es de muy pocas palabras. Solo abre la boca si es necesario o para insultar a alguien. Tiene insultos muy buenos.

—Aún sigo vivo—me encojo de hombros.

—¿Irán a la fiesta?

—¿Cuál fiesta?

—La que harán en la fraternidad donde vive Frank, esta noche,—Jasper saca su telefono para enseñarme un anuncio de Instagram—mira aquí está el anuncio.

¿Por qué le hacen un anuncio a una estúpida fiesta?

Me acerco y detallo el anuncio de Instagram.

Es un poster con luces de neón, con unas botellas de alcohol, cigarros y drogas. Evidentemente es esta noche, los asistente deben ir con alguna prenda que contenga luces de neón.

—¿Quién le hace un anuncio a una fiesta de la que todo el mundo se entera sin tener que hacer publicidad?—pregunto al aire.

—Un imbécil—apoya Andrew.