One Shots Multifandom

Felix Graham

**Corazones Encerrados**

En un día inusual en el Collège Françoise Dupont, Félix Graham y tú, junto con el resto de los estudiantes de "Miraculous Ladybug", os encontrasteis castigados en el aula. La tensión era palpable; Félix estaba saliendo con Kagami, pero había algo no dicho entre vosotros dos que ninguno podía ignorar.

El castigo se debía a una travesura que había ido demasiado lejos, y ahora, todos debían enfrentar las consecuencias. Mientras los demás murmuraban y se quejaban, Félix y tú intercambiabais miradas cargadas de significado. A pesar de su relación con Kagami, era evidente que Félix sentía algo por ti, y tú por él.

Con el pasar de las horas, la atmósfera del aula se volvió más pesada. Marinette y Adrien intentaban mantener la calma, mientras Alya y Nino discutían en voz baja. Chloé, por su parte, no dejaba de mirar su reloj, claramente irritada por la situación.

Félix, siempre el estratega, había notado la manera en que tú lo mirabas cuando pensabas que nadie estaba prestando atención. Decidió que era el momento de actuar. Con una excusa para buscar un libro, se acercó a ti y susurró, "¿Podemos hablar?". Tú asentiste, y ambos os dirigisteis a la parte trasera del aula.

Allí, en la privacidad relativa que ofrecía la última fila de pupitres, Félix confesó sus sentimientos. "Estoy con Kagami, pero no puedo dejar de pensar en ti", admitió. Tú, con el corazón latiendo fuerte, revelaste que sentías lo mismo.

La conversación fue interrumpida por la llegada de Kagami, quien había notado la ausencia de Félix. Con una mirada que no necesitaba palabras, Kagami entendió lo que estaba sucediendo. Aunque dolida, decidió dar un paso atrás, reconociendo la conexión entre Félix y tú.

Con el corazón dividido pero decidido, Félix tomó tu mano y, frente a todos, anunció su decisión de terminar su relación con Kagami para explorar lo que había entre vosotros. Kagami, aunque herida, aceptó su decisión con dignidad.

El castigo terminó, pero para Félix y tú, fue el comienzo de algo nuevo. Aunque las circunstancias no eran ideales, ambos sabíais que lo que habíais compartido en ese aula castigada era el inicio de una historia de amor que solo el tiempo podría contar.