Sección 2 [Bajo la luna llena]

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El fino olor a tierra húmeda se esparció por las montañas, octubre, tal como los rumores que oyó en este mes todos los días fueron de lluvias. Lejos del paisaje pantanoso que se esperaba la tierra era empapada con ternura y los colores de las plantas se elevaban con fulgores intensos, el verde siendo un verde vivo, el amarillo siendo un amarillo resplandeciente, el rojo es un rojo incandecente y el azul como un profundo mar azul. El fresco aroma podía ser saboreado creando un estallido de chispas en la boca.

Era la primera vez que Jiang WanYin iba al valle de las nubes y también fue la primera vez que percibió un aroma tan adictivo. Como si fuera hecho solo para él. Pero era imposible, tan solo era su tenue imaginación, se suprimió con estas palabras después de despertar del sueño y voló directamente a la academía de magia.

Después de ordenar los papeles de su sobrino inventó una excusa para quedarse en el lugar. Oscuro, en el mundo mágico todos conocían el carácter maléfico del mago por lo que nadie se atrevía a provocarlo, pocos sabían también que aunque fuera considerado la mala hierba del caldero aún era razonable. Así que más que inventar una excusa el tomó una vieja invitación a su favor. Muchos clanes siempre lo vieron cautelosos a la distancia por su fama; sin embargo, solo el clan Lan lo vio objetivamente sin prestar atención a las habladurías y por eso hace algún tiempo atrás se le había extendido una invitación para ser un docente en el recinto. Así que ahora estaba "evaluando el lugar" antes de pensar en una respuesta.

El clan Lan le proporcionó una habitación en el campus, aunque no fue como su mansión en su amado puerto aún era cómodo y pudo notar que sus anfitriones no lo menospreciaban ni lo alienaban. Era un trato justo y honesto de su parte. Solo se sintió algo restringido con el odioso toque de queda. Vaya norma, incluso los adultos estaban sujetos a ella.

No obstante, con el brillo de la luna en lo alto del cielo como su testigo, Jiang Cheng se escabulló entre los extensos corredores. Durante el día ya había visitado los distintos lugares de la academía, por lo que sabía perfectamente donde se hallaba la biblioteca.

Con pasos ligeros y unos cuantos conjuros sigilosos llegó sin obstáculos a los grandes estantes de libros. Demasiado fácil, demasiado sospechoso. En el lugar no sintió el rastro de ningún tipo de magia, era un lugar totalmente común.

Tres horas pasaron mientras inspeccionaba cada rincón. Jiang Cheng solo se encontró con estantes y estantes de libros, algunas mesas de estudio tanto individuales como grupales. Con cansancio frotó su entrecejo y se dispuso a marcharse mientras pensaba en preparar una poción que contrarrestara el estrés por estudio para su sobrino.

Tres pasos a la derecha... una vuelta a la derecha, tres pasos a la izquierda...

En medio de un salón completamente cerrado sintió un fino aire congelado y un pequeño susurro casi imperceptible que recitaba un cántico conjurando el espacio.

¡Entonces el camino frente a él se alargó!

Jiang Cheng por un momento se vio aturdido por como se deformó el salón pero inmediatamente comenzó a correr por ese espacio, conforme iba avanzando el pasadizo de estantes se fue reduciendo en amplitud, a punto de ser aplastado activó un hechizo que hizo que saltara con fuerza al último segundo. A salvo, Jiang Cheng respiró agitado en el suelo mientras observaba a sus espaldas como el amplio pasadizo se cerraba herméticamente.

-Mierda...

Jiang Cheng se incorporó e inspeccionó donde había caído. Su ceño se frunció más al ver que solo habían más estantes de libros. Suspiró fastidiado y volvió a caminar por los pasillos, aunque estaba cansado fue muy cauteloso usando su magia solo cuando fuese necesario.

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