Bip, bip, bip, bip
-cállate ya!
Una persona salía de entre las sábanas mientras que apagaba su despertador y se quedaba dormida otro momento. Ella se movió un rato por la cama hasta que decidió levantarse e ir al baño.
Mientras se lavaba los dientes miraba su pelo y se arreglaba, quizá cambiar de peinado un poco no le vendría mal. Después de todo estaba segura de que a él le gustaría... quizá incluso podría molestarlo con eso
Su sonrisa aumentaba como auténtica loquita por el chico que hacia que sus sueños no fueran sueños normales. Sin embargo el sonido de su celular le sacó de aquel limbo en el cual no quería ni siquiera salir.
Ella se acercó a su mesa de noche y tomó el teléfono para contestar
En la llamada-
-Alo
-camie, soy yo izuku.
-aja, eso ya lo sé. Necesitas algo?
-no podré ir al trabajo... tengo una cosa que hacer, crees que puedas hacerlo tu sola?
Dudas de mi? Además que es tan importante?
-no puedo decírtelo aun, pero crees que puedas hacerme el favor solo hoy día? Prometo que te lo compensare
-vaya... y yo que pensaba que eramos muy amigos, supongo que oara ti no significó nada... eres muy cruel izuku.
No es eso! Además haré lo que sea.
N-no.. ya no -comenando a llorar-
-te invitaré una cena, solo hoy entendido?
-bien, el próximo sábado a las 8 si llegas tarde te mato.
Fin de la llamada
Ella dejo su celular en la cama y entonces se tiro junto a él para comenzar a sonreír y patalear su cama. Ella estaba muy feliz pues por fin tendría una cita con el. Había esperado meses, no! Años... ella miró una foto en la que se miraba a dos niños tomados de la mano. Ella tomo esa foto y entonces comenzó a acariciar la cara de un pequeño niño en ella
-desde cuando eres tan lindo... te amo tanto izuku.
Ella sin pensarlo dos veces le dio un beso a la foto y alabado mientras que se sonrojada y comenzaba a sonreír como loca.