El día comenzó soleado. Yo caminaba por los campos de fresas con una dulce sonrisa en el rostro. Había una suave brisa dentro de los límites del campamento, que ayudaba a soportar los tibios rayos del sol.
Mi nombre es Mikeila, Mikeila Loveless y tal como parece indicar mi apellido, soy hija de Afrodita aunque ademas tengo la extraña suerte de ser nieta de Ares.
Caminaba hacia la frontera del Campamento Media Sangre, buscando a Clarisse La Rue, líder de la cabaña de Ares y amiga mía, hoy era su turno para vigilar la frontera, por si llegaba un semidios en apuros.
-Qué hay Clary? -exclame con una sonrisa al llegar hacia ella, que fruncio el ceño al oirme, bastante molesta.
-Que te dije de decirme Clary? -bufo y al ver mi puchero lleno de inocencia nego dandose por vencida- Te aprovechas de tu parecido a Silena Mic, eso es jugar sucio- exclamo mientras tomaba la canasta que le tendía.
-Clary.. que me dices siempre? En el amor y la guerra todo se vale.. -exclamo cantarinamente y rio junto a ella- Touche cariño, y lo sabes..
-Me doy por vencida -admitió con una sonrisa divertida mientras sacaba un brownie y lo llevaba a su boca.
Lamentablemente para ella, no llegó a digerir el brownie a tiempo. Un grito a unos veinte metros llamo inevitablemente nuestra atención. Nos miramos fijamente y sin decirnos ni una palabra, ambas preparamos nuestras armas y salimos pitando hacia allí, Clarisse sujetaba una lanza electrica y yo llevaba mi daga.
Cuando llegamos el panorama era bastante serio. Mark, el hermano de Clarisse, luchaba contra tres ciclopes mientras un asustado chico de aproximadamente mi edad estaba tendido contra un árbol, y un hilo de sangre salía de su cabeza. Mire a Clarisse y fui corriendo hacia el joven mientras ella iba a ayudar a su hermano.
-Estás bien? -mire al joven mientras sacaba de mi bolsita de cuero néctar y ambrosia junto a un par de vendas. El chico asintió debilmente y yo me dediqué a curarlo sin mirar hacia atrás. Ahora que lo pienso, quizá debí haberlo hecho.
Oí a Clarisse chocar los cinco con su hermano, por lo que deduje que ambos habian vencido a los ciclopes. Y es verdad, lo hicieron.
Pero un cuarto Cíclope salio de entre los árboles y me golpeo con su mazo lanzandome varios muchos metros hacia tras, hasta que impacte contra algo duro.
Recuerdo haber oido mi grito de dolor, haber visto a Clarisse asustada y furiosa consigo misma y el montruo, al igual que Mark. Eso fue lo único que oí antes de caer en la oscuridad.A lo lejos, un par de campistas llegaron advertidos por las ninfas, pero para ese momento, yo estaba perdida. Solo unas palabras resonaron en mi mente.
Hija del Amor
Descendiente de la guerra
Maldita estas Aunque ellos no quieran
A los 16 el ocaso llega
Y tu vida podra terminar
Solo elige
¿Lucharas o te sacrificaras?Espero que les guste esta historia.. si es asi voten y comenten sugerencias, y si no igual, ya que todo me ayuda a mejorar.. gracias y besos!!!
Mica♡♥♡
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