8. LA CARICIA DE SU MIRADA

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LA CARICIA DE SU MIRADA ERA CÁLIDA Y NOSTÁLGICA

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28/7/2018

Aquellos indescriptibles ojos rojos, su mirada penetrante, su lechosa piel, sus carnosos y sonrosados labios, los cuatro lunares esparcidos en su rostro: uno pequeño bajo su labio inferior,  otro en su nariz y dos más en su mejilla izquierda; sus cejas curvilíneas y tupidas, más el largo castaño y sedoso cabello, no salían de la cabeza de Taehyung.

Cuando ayer se cortó a propósito un dedo para ir a la vivienda de Ji-eun y descubrir quién era el hombre que había llevado a la casa por primera vez, deseando encontrar a un delincuente para botarlo a patadas de allí y sin embargo, lo que halló fue un ser inigualable, que no apartó la mirada de él ni por un segundo cuando sus ojos hicieron contacto.

Aún sabiendo que el hombre lo contemplaba sin reparo alguno, recorriendo cada parte de su rostro con mucha delicadeza, como si le acariciara con la mirada; se quedó quieto y en silencio, dándole la libertad para que los ojos de aquél lo tocaran sin tacto.

«La caricia de su mirada, era cálida, y nostálgica», dijo en sus pensamientos.

—¿Taehyung, en qué tanto piensas a las 7:30 de la mañana? —le preguntó un compañero de trabajo, sentándose frente a él en la oficina donde se encontraba.

Taehyung recostó la espalda a la silla giratoria donde se hallaba sentado y suspiró profundamente, con la mirada perdida en un punto imaginario en el techo, o más bien, en la imagen grabada en su mente; pero eso su compañero, no lo sabía.

—Wow, para que suspires así sólo puede tratarse de una chica —comentó.

—¿Qué? —se repuso en la silla y miró a su compañero.

—Cuenta, ¿es bonita?

—¿De qué hablas Yoongi? —comenzó a acomodar algunos libros sobre su buró.

Kim Tae Hyung era detective, el más joven de la comisaría de la ciudad, donde se encontraba ahora. Y lo mejor, a pesar de sus 29 años, era el subjefe de esta, por su destreza, inteligencia y dominio de la profesión. En la academia donde se preparó y desarrolló, fue el mejor de su año, graduándose con honores, y ha demostrado que el puesto que ahora ostenta le pertenece a él y a nadie más.

—¿Cómo que de qué hablo? De la chica por la cual estás suspirando. ¡No me digas! —se levantó de la silla de un salto, dando dos fuertes palmadas sobre el buró de la oficina de Taehyung—, ¿te enamoraste de Ji-eun?

—¿Qué, estás loco Yoongi? —lo miró con cara de desaprobación—. Ji-eun apenas tiene 23.

—Ay no me jodas Taehyung, que no es una niña de 13 años —se sentó nuevamente—. Ji-eun ya es una mujer.

—Yoongi, Ji-eun es como una hermana pequeña para mí. Y mi deber es cuidarla, no tener un amorío con ella —se levantó y salió de la oficina.

—¿Amorío? —fue tras él—. No me gusta el sentido de esa palabra —lo tomó por el hombro, obligándolo a detenerse—. Taehyung, sé que su padre te tenía mucho aprecio y te quería como a un hijo, también sé que te pidió que cuidaras de Ji-eun cuando él ya no estuviera; pero nunca dijo que no pudieras tener una bonita relación con ella.

—Exacto —se dio la vuelta para mirar a Yoongi, a pesar de que este era su compañero de trabajo y de un rango inferior al suyo, era también su mejor amigo—, no lo dijo. Siempre la he cuidado, desde que Minho falleció. Me he encargado de que sepa que lo hago, seguro pensará que soy un loco acosador pero es mejor así, porque podrá dormir tranquila en las noches, sabiendo que estaré al pendiente de ella por si algo sucede.

—¿Amigo, acaso eres el protagonista de algún libro de caballería? —le preguntó con ligero sarcasmo—. Olvida tu "noble deber" por un segundo y piensa un poco en conseguir una pareja. Desde que te conozco no te he visto con nadie, ni siquiera vas a los clubes nocturnos y te diviertes un rato con alguna chica.

—Sabes que no me gustan esos sitios, son peligrosos.

—Taehyung, ¿acaso quieres morir virgen?

Taehyung ensanchó los ojos y cubrió rápidamente la boca de Yoongi con una mano, con la otra lo agarró por el cuello y lo llevó para su despacho, cerciorándose de que ninguna persona de las que se encontraban en la comisaría hubiese escuchado el comentario poco discreto de su amigo.

—A ti en mi vida vuelvo a contarte algo —lo soltó y se apresuró en cerrar la puerta.

—Lo siento. ¿Pero tengo razón o no?

Taehyung resopló por la nariz y se puso las manos en la cintura, mirando de mala gana a su amigo.

—Yoongi, que te quede claro que no voy a cortejar a Ji-eun. Además, no era en ella en quien pensaba, sino en ese hombre que apareció de la nada.

—¿Hombre, qué hombre?

—Su prometido, un tipo raro que conocí anoche. Apareció justo en el momento cuando abría la puerta que... —se calló de repente, al recordar aquel fuerte olor a sangre que sintió cuando abrió la puerta que conduce al garaje de la casa de Ji-eun—. ¡Mierda! —abrió de sopetón la puerta del despacho y salió de allí a toda carrera.

—¿Un hombre, su prometido? —se rascó la cabeza con una mano, tratando de procesar la información—. Ya pero, no entiendo por qué estaba suspirando con la mirada perdida, por ese: "tipo raro".

NOCHE DE BODAS [Adaptación KOOKV] [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora