NOCHE DE BODAS [Adaptación KOOKV] [EN PAUSA]

16. UNO DE LOS TRES

UNO DE LOS TRES TIENE QUE MORIR

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29/7/2018

Un tun-tun se escuchó en la puerta de la casa de Ji-eun, al abrirse, unos ojos marrones y otros azules se encontraron.

—Buenos días Ji-eun.

—Buenos días Taehyung.

—¿Puedo pasar?

—Adelante —se apartó para que el chico pasara, luego de este hacerlo cerró la puerta—. Jungkook... está en la habitación que era de mi padre.

Taehyung se paralizó, y un escalofrío le subió por toda la espina dorsal, sentía que una mirada asesina se le clavaba en la espalda, tragó saliva con dificultad y se giró lentamente hacia Ji-eun.

—Oh, jajajaja —esbozó una amplia sonrisa—. Anoche me dijo que vendrías a verlo, te espera en su habitación. Iré a hacer un jugo para llevarles —dejó a Taehyung en la sala y se fue a la cocina.

—¿Esa sensación que tuve, acaso fueron ideas mías?

Se rascó detrás de la cabeza y luego se dirigió hasta el dormitorio de Jungkook, al llegar la puerta se encontraba entreabierta y vio, a través del pequeño espacio que esta le dejaba para inspeccionar la habitación, a un cuerpo en su total desnudez, de espaldas, cintura estrecha y cabello algo desaliñado.

Aquella era una vista pintoresca, sensual y atrevida. Taehyung se remontó en la noche anterior, en aquel beso atropellado y en la cabeza de su tortuguita, saliendo del caparazón.

«¿Pero en qué diablos estoy pensando», se preguntó a lo interno; pero los ojos, indisciplinados e incapaces de cumplir una orden del cerebro de «no mirar», volvieron a su descarada aventura por el blanquecino y desnudo cuerpo de Jungkook. El cerebro, no tuvo más remedio que dejarse llevar por las buenas vistas.

—Taehyung, deja de hacer que piense cosas que no serás capaz de cumplir —dijo, girándose hacia el detective.

Taehyung apartó la vista.

—Vístete, tenemos que hablar.

—Buenos días para ti también —comentó abriendo el armario.

—Buen día —saludó y entró a la habitación.

Jungkook se puso un bóxer de color negro, luego un pantalón de traje de color gris, una camisa blanca, una corbata negra y encima un jersey marrón extra grueso. Posteriormente se sentó en la cama y sacó unas botas azabache que habían debajo, se colocó las medias que tenían dentro y luego las botas.

—¿Vas a salir o algo? —preguntó Taehyung algo desconcertado por la vestimenta de Jungkook, solo había ido a conversar y este se vestía elegante.

—Vamos, porque tú vienes conmigo —contestó—. Es mejor que hablemos en otro sitio.

—¿Se van tan pronto? —preguntó Ji-eun, recostándose al borde derecho del marco de la puerta, con la mano izquierda detrás de la espalda y la otra apoyada en la pared, escondida también de la vista de Jungkook, quien se levantó con rapidez de la cama y se acercó a Taehyung.

Ji-eun tenía plasmado un aura asesina.

—Eso parece —expresó el detective, dándole la espalda a Jungkook y el frente a Ji-eun—. Tengo algo muy serio que hablar con tu prometido, de hombre a hombre.

Ji-eun soltó una risita traviesa, mientras sus ojos y los de Jungkook se conectaban y hablaban, combatían.

—Oh ya veo. Jungkook, piensa rápido —dijo y le tiró una manzana que tenía escondida detrás de la espalda.

Jungkook atrapó la fruta y miró a Ji-eun sorprendido. Ella estaba jugando con él, con su cabeza; eso le frustraba pero a la chica le divertía. Además, después de lo que pasó entre los dos la noche anterior, no había vuelta atrás, ambos lo sabían...

«Uno de los tres, tiene que morir».

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CONTINUARÁ...