When I Fall in Love | [Jeon Jungkook] © PAUSADA

08. | Otra vez.

⊱ Jeon Jungkook ⊰

Parqueo el auto frente al lugar observando vacío, personas del lugar acomodando mesas o sillas, incluso todavía abriendo las cortinas de las ventanas, ¿por qué mierda sigue así?

Ingreso al lugar llamando la atención de todos los empleados, ellos me ven asustados, no esperaban encontrarme aquí y por ende sus gestos son de susto completo mirándose los unos a los otros.

—B-buenos días, señor Jungkook. —Dice él gerente haciéndome varias reverencias y con algo de temor en su rostro.

—¿Por qué están abriendo hasta ahora? —Todos se miran entre ellos.

Mis ojos se posan en cada uno, como adoro esa expresión de miedo en las personas cada vez que me ven.

—¡Les he preguntado algo! —Cada uno se sobresalta al elevar el volumen de mi voz.

—L-le pedimos disculpas, señor, pero me he quedado dormido y... —Lo interrumpo.

—¿Crees que con una disculpa se soluciona todo? —Me acerco a él caminando lentamente.

—N-no, pero puedo trabajar horas extra si así lo quiere.

—Ajá, ¿también crees que trabajando horas extra vas a devolver todo el dinero que se ha perdido? —De mi rostro y el suyo nos alejan unos cuantos centímetros.

—N-no.

—¿Entonces porque me hablas de trabajar horas extra cuando no sirves ni para algo mínimo? —Digo. —Eres el gerente de este lugar, no debería tratarte así, pero no me das otra opción.

—Lo lamento, señor.

—No intentes justificar tu error disculpándote o lamentándote, por un simple error me demuestras que no mereces ser gerente de este lugar.

—¿Q-que intenta decirme? —Me mira atento.

—Qué tu puesto esta libre a partir de hoy. —Tomo la placa de su camiseta y se la arrebato ganándome las miradas de asombro de los demás empleados. —Puedes ir a casa y seguir durmiendo.

—P-pero señor, necesito el empleo.

—Y yo necesito gente responsable. ¿Alguien más que quiera acompañar a nuestro anterior gerente? —Digo, todos bajan sus cabezas. —Lo supuse, esto es para se tomen en serio el empleo en este lugar y no cometan ningún mínimo error.

—Es injusto... —Susurra a quien acabo de despedir.

—¿Disculpa?

—No es justo lo que está haciendo. —Suelto una risa amarga y me acerco a él.

—¿Alguna vez has escuchado a alguien más hablar sobre mi? Porque yo te puedo dar una idea de como soy con mis enemigos y tu sed de justicia se te quitaría en un par de segundos. —Lo observo con una mirada lo suficientemente intimidante como para hacerlo retroceder.

Espero alguna otra respuesta suya y al no obtenerla me alejo, no pensaba despedirlo, pero aborrezco a la gente que me contradice y de una vez por todas ellos deben saber que no necesito que cometan algún error por lo que estoy a punto de hacer.

—El show se acabó, vuelvan a sus puestos. —Digo, me dirijo al despacho donde al pasar por un cesto de basura tiro la placa dorada con letras marcadas.