| 04. |

110 13 0
                                    

—Oh si, es nuevo en la ciudad, dicen que la comida ahí es muy rica. —Dice ella en lo que caminamos a la esquina donde quedamos en despedirnos.

—¿En serio? Deberíamos ir y probar que tal esta. —Le digo, ella realiza un sonido con su garganta con respuesta positiva a mi sugerencia.

Continuamos caminando hablando entre nosotras dos, estamos haciendo planes entre nosotros dos ya que estos días queremos pasar más tiempo juntas aprovechando que no estoy tan ocupada como antes.

—¿Me avisas cuando llegues a casa?

—Si, te avisaré y tu también ve con cuidado. —Sonrío. —Hasta mañana.

—¿Mañana en tu casa?

—Si, mi abuela quiere verte, creo que te trajo algo de Japón.

—Awww, que linda, entonces mañana ahí estaré. —Ambas nos sonreímos.

Ella se acerca a darme un abrazo el cual correspondo. Luego de despedirnos, yo comienzo a caminar hacia donde había dejado estacionado mi auto, para mi mala suerte lo deje un poco lejos puesto que no había lugar disponible por donde ambas estábamos.

En lo que camino, siento una presencia cerca de mí que no me permite caminar en paz, giro mi rostro un poco logrando ver a dos tipos detrás de mí caminando a pasos lentos, pero apresurados intentando llegarme.

Escucho en sus voces decir frases morbosas que aceleran mi pulso y los latidos de mi corazón se incrementan.

—Ssss, que caliente te ves con esa falda. —Habla uno y el otro tipo responde riendo.

—Se vería mucho mejor sin ella puesta. —Dice el contrario.

Trago en seco comenzado a caminar con más rapidez, casi llegando al bar donde dejé aparcado mi coche, observo a un hombre en la entrada del bar por lo que corro a él escondiendo mi rostro en su pecho.

—¡Mi amor! ¡Que bueno que llegaste, perdóname la demora! —Abrazo su cuerpo sintiendo sus manos en mis hombros intentando alejarme.

Elevo mi mirada logrando ver a los tipos detrás del hombre que puedo llamarlo como mi salvador.

No sé en qué pienso, ni siquiera lo estoy analizando, mi cuerpo está actuando por inercia, además, es esto o nada para salvarme.

Tomo el rostro del tipo entre mis manos sin siquiera mirarlo bien, cierro mis ojos y junto sus labios con los míos formando un beso fugaz, siento sus manos en mis caderas sin hacer presión en alejarme o acercarme a él, simplemente así.

Abro uno de mis ojos intentando ver a los dos tipos y me alejo del hombre al ver que ya no estaban, sacudo mis manos, elevo mi rostro encontrándome con el tipo que no ha dejado mi mente tranquila.

Mi rostro se ladea de forma leve y mi entrecejo se frunce durante segundos intentando formular algo coherente para poder decirle.

—¿Usted?

—Si, otra vez usted también. —Dice él limpiando la comisura de sus labios donde había quedado resto de mi labial.

—¿Eres el tipo al que le caí encima en el aeropuerto?

—Si, el mismo. Primero me cae encima y luego me besa, ¿luego que sigue?

Inmediatamente sonrío al verlo nuevamente, aunque borro mi sonrisa al ver que él no lo hizo de vuelta y solo me estaba mirando atento.

—¿Acaso me está siguiendo?

—No. Usted me está siguiendo a mi. —Dice.

Me mira tan atento, como si yo fuera una especie de criatura extraña en el mundo, y yo también lo hago miéntras observo cada detalle de su rostro. Había una impresión en mi corazón que me daba a entender que estaba feliz de volver a verlo, a pesar de que él tuviera un semblante serio, pero sus ojos brillaban y se notaban grandes la última vez que lo vi y justo ahora.

When I Fall in Love | [Jeon Jungkook] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora