Capítulo 1: Un día más, un día menos

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El tráfico de la mañana y el desborde de gente intentando llegar a sus destinos, la estremecían. Las crisis de pánico eran cada vez más recurrentes y el sentido de vivir se escurría entre sus monótonos días.

Taeyeon tenía un turno de ocho horas, que se convertía en un turno de doce y luego de dieciocho horas, las veces que podía dormir, debía trabajar para poder alcanzar el plazo de los proyectos que seguían cayendo, su supervisor en vez de recompensarla con un día de descanso o más dinero, lo hacía con otro proyecto. Y ella se preguntaba, que sentido tenía vivir si no vivía.

Para unos, es fácil renunciar, para Taeyeon, era prácticamente imposible. Tenía un contrato malísimo que tomó cuando estaba saliendo de la preparatoria, tenía talento le decían sus tíos o más bien no querían pagar la universidad. Quizás si sus padres hubiesen estado con ella, todo sería diferente, pero el destino no lo quiso así y le tocó soportar el maltrato.

Quería escapar de la realidad, pero las drogas eran ilegales, el alcohol lo odiaba y últimamente había una tendencia de gente que se escabullía en videojuegos, esto último si le apetecía. Cuando era niña y antes que la desgracia tocara su puerta, ella pasaba horas jugando con su hermano distintos tipos de videojuegos, pero había un título en particular que llamaba su atención: Las crónicas de Albor, tras el pergamino fragmentado.

El juego era de fantasía, trataba sobre recoger los fragmentos de un pergamino que tenía un conjuro complejo y antiguo, estos fragmentos estaban dispersos por tierras lejanas y la protagonista debía seguir las pistas y enfrentarse a distintos obstáculos para descifrar el mensaje completo.

Así fue como día tras día llegaba del trabajo y se enviciaba hasta que escuchaba la maquinaria del mundo a echar ruido, ni los pajaritos se dignaban a cantar y las estrellas estaban escondidas detrás del brillo incesante de la ciudad. Ni siquiera tenía un perro que le ladre y muchas veces se quedaba dormida sobre el escritorio, su cama era más bien una mesa auxiliar. Su rutina era suspirar, suspender la sesión, tomar una ducha rápida e ir a la oficina.

Un día en particular, sentía su cabeza abombada más de lo normal, las reuniones no la dejaron comer ni un alimento, pero si se pidió un café helado, alguna cosa debía tener para seguir el día. Casi cerca de su horario de salida, su corazón empezó a latir fuertemente como si el aire se le escapara, lo dejó pasar y fue por una bebida energética. En el camino a casa su nariz empezó a sangrar y se mareó un poco, pero nada que le impidiera llegar a casa y encender su computador de nuevo, se preparó unos fideos y otro café, miró la fecha en la pantalla que decía jueves 15 de abril de 2021 y recordó que al siguiente día le pagaban su sueldo y por extensión debía pagar la renta al propietario del apartamento. Ya sin más demoras empezó a jugar.

Un fuerte dolor de cuerpo y cabeza la despertó, acostumbraba a mantener las cortinas cerradas y que su smartphone le despertara, sentía que algo no andaba bien, así que se obligó a despertar y mirar su entorno encontrándose con un nuevo panorama.

Este no era su apartamento, no estaba sentada en su silla de escritorio, sino que en un cama que era muy cómoda. ¿Qué demonios? Se preguntaba. El cuarto era amplio, estaba sobre un cama de tamaño Queen con sábanas blancas, frazada y un cubrecama con rayas azules y verdes, sin dejar de estar confundida, se levantó. A su derecha tenía un velador con una lámpara extraña, buscó si había algún enchufe y nada, tenía sí un cuaderno de cuero de estos vintage y en su portada un símbolo que decía Academia Celestia. ¿Academia Celestia? Volvió a leer y como si hubiese utilizado un conjuro, un millón de conocimiento se transfirió a su mente y cayendo sobre sus rodillas lo único que atinó a hacer fue taparse los oídos y cerrar fuertemente los ojos hasta que el dolor se fuera, entonces volvió a respirar normalmente, no había ruidos extraños y la luz de la habitación era más agradable.

Crónicas de AlborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora