prólogo

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-Es declarada...Culpable por los delitos de malversacion de Grupo Desmond...
Dejo de escuchar los otros crímenes a los cuales se me acusa, culpable, me declararon culpable de un delito que no cometí. Veo como se acerca a mi un guardia para ponerme las esposas y no puedo evitar pensar en como llegue a esta situación. Oigo que grita Arnold mi novio que tratara de sacarme de ahí y que me verá pronto, volteo a verlo gritando de nuevo y lloro de impotencia recordando.

Estaba en el pequeño cubículo de la oficina acomodando mis documentos en eso entran 3 guardias de la policía preguntando por alguien en recepción, mi compañera se va acercando a mi con cara apenada, oh no, es lo único que pienso, al llegar a mi me arrestan y me dicen el delito por el cual me acusaban, enfrente de todo el personal. Llevé encerrado en la cárcel alrededor de dos meses en los cuales se llevó a cabo mi juicio y el único que me apoyo fue Arnold, ya que soy huérfana, no tengo padres menos familia, odio estar sola, tanto que acepte de novio al pri.ero que me mostró calidez a pesar de no amarlo, confiaba en el, el me consiguió el abogado y busco probaría inocencia fue en vano, ahora estoy aquí encerrada y esta vez será por 10 años.

-¿Oíste que ya nombraron a un nuevo alcaide de la prision Hoheneck?- pregunto una guardia rubia alta a su compañera.

-No, ¿Es quien sospechaba?-

-Noo, peor es el hijo de un riquillo, se creen los reyes del mundo y que lo saben todo, el nepotismo superando cualquier adversidad en nuestro pais- con un dejo de sarcasmo -"pobre niñata ingenua"- es lo que pensó la carcelaria antes de pararse enfrente de mi celda.

-Estas son las instrucciones 8018- mi número de convicta- mañana en la mañana te alistarse, tomarás un baño y te cambiaras de ropa, serás movida el centro Hoheneck a primera hora mañana- no, debe haber un error.

-Debe estar confundida, ¡es una cárcel para hombres!- lo digo gritando un poco, soy mujer, no pueden llevarme a un centro para convictos hombres, debe haber algo mal.

-Debes estar lista a primera hora mañana- lo dice en un tono cargado de odio y después se empieza reír junto con. Su compañera, se van marchando y escucho otros pensamientos como "estupida", apuesto que no dura ni 5 dias", "se lo merece".

Cuando llegue aquí el primer día me quitaron mi cosas personales y me cambiaron de ropa por un overol naranja, el cual no me favorece por mi color de cabello. La primera semana fue un infierno o no tenía mis medicamentos y no me dejaban pedirlos, me daban migrañas todas las noches, hasta que un día empece a escuchar sus pensamientos, si, me espante, ¿como era eso posible? Creí que me había vuelto loca, las guardias me ignoraban o se reian, al parecer cuando estras aqui piensan que todas son criminales y las tratan como eso sin saber si es cierto o no. El leerles la mente no era recurrente, era cuando más cansada y desesperada estaba, había momentos en los cuales.solo escuchaba una línea de pensamientos y desaparecía, otro vez fue cuando estaba en los comedores y oí los pensamientos de todas, las convictos y las guardias, sentía como me estallaba la cabeza y me desmayé, pase 2 días en enfermería, la enfermera era la que me trataba cosas respeto y me tenía lastima, pero decidí ya no decirle a nadie acerca de mi habilidad.

Así ha sido mi vida durante estos 2 meses encerrada y ahora que ya dieron mi sentencia sé con seguridad que mi vida será así por el resto de mis días. Solo que ya no será aquí,  será en la cárcel para hombres Hoheneck, en donde los periódicos anuncian muertes sospechosas y desapariciones sin resolver, pero lo queas me intriga es que estaré Rodeada de hombres, solo puedo llorar en mi celda, no puedo hacer nada, mi novio no tiene ese tipo de poder y no conozco a nadie para que eviten o hagan algo para no ir allí.

A la mañana siguiente al irme a asear la guardia me da un nuevo uniforme, es un overol blanco, el cual tiene un ziper enfrente, tenis y gorra blanca, parece de conserje. Al estar lista me vuelven a poner las esposas y me llevan a un transporte blindado. En todo el camino volví a llorar, no pude dormir anoche y no estaré tranquila, ¿Por qué demonios me llevan a un lugar así? no asesine a alguien, ni robe ese dinero, no merezco ser castigada así. Siento cuando el carro se detiene y empiezo a bajar, escucho a los guardias hablando con los de hoheneck, los cuales llevan uniforme militar azul marino, como si fueran soldados, me empiezan a temblar las piernas, no soportar aquí más de un mes.

Escucho los pensamientos de mis antiguas guardias,.diciendo estupideces como, "suertuda", "afortunada" la anunciaran como desaparecida en 5 días", riendose, no entiendo el por qué soy afortunada, estaré aquí 10 años encerrada. Mis nuevos guardias me quitan las esposas, en eso me apuntan con una pistola.

-Camina, todo derecho- paso saliva y me muevo conforme a sus indicaciones, tengo miedo, en la otra cárcel no usaban armas, todo aquí será difícil, escucho un pensamiento del guardia "muy linda, lastima que será su conejillo de indias, un desperdicio", maldición, me torturaron acaba de confirmarlo. -izquierda- hago lo que me dice y hay una puerta doble al fondo, el otro guardia abre y me pasan a mi primero, es un poco oscuro solo distingo una figuras enfrente de mi y alguien sentado en medio de todos.

-De rodillas- dice un voz profunda, joven, me concentro para poder escuchar sus pensamientos, es obvio que él es el que manda aquí, -¿Que no oíste o eres tonta?, de rodillas,- vuelve a dexirlo esta vez.con un tono más frío y calculador, lleno de ¿odio?, oigo que chasquea la lengua y siento un golpe en mis piernas, el guardia detrás de mi me golpeó por detrás con sus piernas, no puedo evitar caer de rodillas hago un pequeño jadeo, y siento que me levantan la cabeza, es el Alcaide me levantó la cara con su zapato negro y veo su sonrisa cínica, él es realmente guapo, no puedo evitar sonrojarme, pero no esquivo su mirada, me da una pequeña sonrisa y me avergüenzo, se dio cuenta de mi sonrojo. -Así me gusta, escucha bien 8018 esta será tu nueva casa, con nuevas reglas, por el momento solo debes saber que yo soy el que manda y que harás todo lo que yo ordene ¿esta claro?-
Soy incapaz de hablar así que asiento.- lleven la a su celda-

Cuando me llevan de regreso a la puerta escucho un pensamiento cargado de odio "puta", me detengo y me volteo, nadie se mueve y unos ni siquiera me están viendo, el único que me mira es él, y su mirada cambió a una sombría llena de odio.

-muévete- siento el golpe de la pistola en mi hombro y vuelvo a moverme, genial, acabo de llegar y ya me odian, el mismísimo jefe de la cárcel, mi vida acaba de convertirse en un infierno.





el alcaide obsesionadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora