Adios Sollux, te amo.

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Mi dulce juguete sangre-baja

Sollux & Eridan


Había pasado tanto tiempo desde que lo vio, siquiera pudo despedirse adecuadamente de él, porque jamás pensaba que desaparecería sin dejar rastro alguno. Añoraba escucharlo hablar de todas aquellas cosas de informática que ella no entendía, pero que disfrutaba de todas maneras. Quería volver a estar en las noches donde los tres estaban tumbados en la cama.

Pero la última llamada de Sollux, donde decía no volver, jamás creyó que fuese verdad.

Nunca perdió la esperanza de volver a abrazarlo y decirle cuanto lo quería, ambas querían. Se sentía cálida al besar a Feferi, amaba a ambos por igual, jamás dudaría eso, pero, simplemente lo extrañaba demasiado.

Era una noche silenciosa, se escuchaban las olas mecerse en el agua, lo cual era algo relajante. Estaba en la cocina mirando una receta nueva de cocina, mientras que Feferi veía de aquellos programas del corazón envuelta entre varias mantas.

Ahora tenía que poner la harina en un vaso para luego poner el huevo, pero esta receta hubiese salido bien de no ser por aquel mensaje que le llego.

Porque sería el ultimo que recibiría.

En la parte superior de su pantalla un mensaje de Eridan le llamo la atención. No podía ver que ponía, ya que era una foto. Lo abrió sin darle mucha importancia, quizás se había equivocado de numero o alguna foto provocativa para Feferi. Pero lo que vio le hizo vomitar.

Su móvil cayó al suelo de la incredulidad, lágrimas caían sobre sus mejillas y tan solo le tomo un segundo a Feferi para saltar del sofá y ver que sucedía, poniendo sus manos alrededor de ella para sujetarla.

"¡Aradia cálmate! ¿Qué ha pasado? ¿Estas bien?" La preocupación estaba grabada en su cara, esperaba alguna respuesta para saber cómo actuar. Intento limpiar algo del vomito de sus labios, percatándose del móvil en el suelo. La pantalla estaba rota pero aún estaba encendida, pero siquiera ella estaba lista para ver aquello.

Ella por suerte pudo aguantar aquellas ganas de vomitar también, pero ahora el móvil sí que termino de romperse, pero eso era lo de menos, no sabían cómo sentirse, no sabían que hacer o que decir.

Su primera reacción fue comenzar a llorar entre balbuceos, agarrando su pelo y dar vueltas en círculos, intentando pensar que hacer.

En cambio, Aradia, dejo de llorar, secándose las lágrimas, pero aun sollozando aun levemente. Ahora otro sentimiento peor había inundado su cuerpo, la venganza. Siempre había sospechado de Eridan, y por mas que buscaron, nunca encontraros pruebas o razones para poder culparlo, pero ahora sabia que era el, tenia todo lo que necesitaba saber.

Para callar su llanto, agarro el cuerpo de Feferi y lo puso contra el suyo, sumiéndose en un beso cálido, Ninguna de ellas podía casi respirar por sus narices taponadas por culpa de las lágrimas, pero ninguna quería separarse, no querían sentir la culpa invadir sus cuerpos por no haber hecho nada antes, la angustia, el enfado, todo junto al mismo tiempo. Sus labios finalmente se separaron tras un largo tiempo, mirándose profundamente. Aradia sujetaba los hombros de Feferi con algo de rabia, pero no quería hacerle daño, ella no tenia culpa de nada, pues claro que no, en cambio, los acariciaba con el mayor cuidado posible, mientras que con otra secaba las lagrimas que aun quedaban en el rostro de la contraria.

"Escucha, llorar no nos lo devolverá, tenemos que pararlo, tendremos la venganza que se merece, y lo recuperaremos de una vez por todas." Susurro la sangre baja.

+18 Mi dulce juguete sangre-baja- Eridan x Sollux fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora