2. Sangre

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2.1 Respiro.

Titulo alternativo: Pensar con cuidado sobre el futuro conocido.

El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, el ahora suave trote del caballo era acompañado del sonido del lago que por fortuna se habia cruzado en su camino, con un movimiento Rubi detuvo el andar del caballo para bajarse.

Quackity intento imitar la gracia del contrario para bajar del animal, pero lo único que consiguió fue terminar en el piso. Sus piernas temblaban incapaces de poder sostenerse a sí mismo de pie.

Rubi se rio, extendiendo una mano a su dirección.

—¿Estas bien? — la pregunta era una sincera, pero el azabache no respondio, quedándose sentado por un momento entre las hojas y dejándose caer de espaldas después, la castaña ante esa acción torció los labios, encogió su mano contra su pecho y desvió la mirada.

"Esta bien, siéntate con el" La voz de la deidad que siempre le acompañaba le susurro calmando su nerviosismo, esa misma voz le incito a confiar en el contrario cuando lo vio bajar de las escaleras del palacio de noche, le convenció de regresar cuando el chico se habia enfermado y a escapar cuando la oportunidad se presentó.

Por lo tanto le hizo caso tomando lugar junto a Quackity para admirar el amanecer, ambos acostados escuchando el lago, algunas aves, el caballo tomar agua y la respiración de ambos como banda sonora.

En otra situación, Rubi disfrutaría del momento, en esta situación se sentia mal de sentirse tan tranquila junto a Quackity.

—Jamas habia montado un caballo. — Sincero el azabache, ambos estirando la mano para tomarse mutuamente, las manos de Quackity eran frías contrario a las de Rubí que conservaban cierta calidez.

—¿Jamas? — Quackity se encogió de hombros y Rubí sintió profunda pena por el.

Ya sabia que el mas joven era un inexperto en el mundo real, Ana se lo dijo de primera mano, el joven consejero del reino de noche era mas un ave enjaulada en el palacio incapaz de conocer el mundo fuera de su pequeña jaula de oro y cantando solamente para su dueño.

No salía del reino, en realidad era una fortuna que saliera del palacio de noche que no recibe visitas.

Y solo conoce a los sirvientes del palacio de los cuales se alejó abruptamente hace un tiempo para enfocarse en ayudar a Luzu en lo que pudiera con el único objetivo de que las personas a su alrededor tuvieran mas oportunidades en el futuro.

Desplazándose totalmente a el mismo y a sus propios sueños.

Rubí apretó la mano que sostenía con fuerza.

—Iremos al reino del sol, te encantara. La esposa de mi hermano hace un pastel delicioso. — Quackity giro a verla como si hubiera dicho alguna ofensa, se sentó inmediatamente y negó repetidamente.

—No, no podemos ir al reino del sol. Sera el primer lugar donde él nos buscara. — Habia un poco de pánico en su voz, se quedó en silencio pensando en algo detenidamente, mordía su labio inferior con cierto nerviosismo y evitaba mirar directamente a Rubí con sus ojos grises.

El caballo dejo de tomar agua para caminar hacia ellos y recostarse también.

—¿Y dónde sugieres que vayamos? No podemos regresar.— Quackity cerró los ojos con cierto pesar ante las últimas palabras.

—No, no podemos regresar, pero si vamos al reino del sol pondremos en peligro a tu hermano, si sabe lo que hizo el líder del reino de noche y como te tomo de rehén, ademas de forzar un compromiso y el maltrato, se verá forzado a romper relaciones y encima declarar una enemistad para defenderte. Por si fuera poco si Luzu se ve acorralado con esa situación, me usara de cebo a mi, dirá que yo te secuestre lo que me llevaría a una muerte segura.

—Luzu no te haría eso.

—Luzu lo haría si le soy un estorbo para sus planes. Mi única ventaja actual es que nadie sabe cómo luzco físicamente. — Rubí decidió sentarse.

—Lo siento, te meti en problemas. Si tan solo le hubieras dicho mi secreto a el, tu estarias donde perteneces.— Al decir eso lucia realmente herida, como si en verdad lamentara causar dolor a las personas que le rodeaban, Quackity negó.

Ahogando un suspiro cuando los ojos de otoño heridos de Rubi le miraron fijamente, su mano libre le tomo del rostro y una sonrisa pequeña se dibujo en sus labios.

—Fue mi decisión. Tu secreto es mi secreto ahora, te lo dije antes.

—¿No quieres saber toda la historia?

—¿Quieres contarme la historia?

—No ahora...

—Entonces no preguntare, me lo dirás cuando estes listo.

Los sonidos del bosque volvieron a hacerles compañía. Ambos parecian pensar en lo que harian apartir de ese momento con mayor precaución.

—Tengo...una idea. — Quackity hablo —Dijiste que te llevabas bien con el líder del reino de sangre, ¿No? —

Rubi asintió.

—Iremos con ellos, Luzu no ira al reino de sangre porque piensa que los tiene bajo control. Es nuestra mejor opción. Sol es un descarte por seguridad, noche es una locura, sabiduría es imposible por la distancia y no tenemos una conexión con fuego que nos incite confianza para ir con ellos en este momento. Asi que iremos con el reino de Sangre. — Quackity asintió a su lógica, lucia realmente satisfecho, como si hubiera logrado armar un rompecabezas en su mente.

Rubí entendía completamente porque Quackity tenía la posición de consejero, él era un estratega. Sus deficiencias físicas las compensaba con una increíble inteligente, lógica, carácter y sensatez.

Ambos se pusieron de pie, soltaron sus manos con lentitud. Quackity quien aún tenía las piernas débiles, por poco terminaba nuevamente en la tierra de no ser por Rubi que logro atraparle a tiempo.

El caballo que esperaba recostado alado suyo los miraba fijamente, parecía esperarlos.

Así que Rubí tomo en brazos al contrario y lo cargo hasta el caballo donde lo sentó con mucho cuidado, Quackity se sonrojo pero no pudo discutir nada de las acciones que habían sido demasiado rápidas y el caballo opaco cualquier comentario al ponerse de pie con el encima, sacándole un grito algo vergonzoso de la sorpresa.

Fue de esa forma que ambos comenzaron a avanzar con ayuda del sol que estaba ahora en el cielo guiando el camino indicando donde estaba el norte y el sur.

Quackity miro varias veces hacia atrás.

Incluso Rubí noto como movía sus manos nerviosamente y parecía estar a punto de sugerir regresar. Ella pensaba que debía ser difícil para el alejarse de lo único que conoce de ese mundo.

Pero ella no sabía que el nerviosismo de Quackity también tenía que ver con el conocimiento que el conservaba del futuro mismo.

Ir al reino de Sangre seria ayudar a ese reino a independizarse del de noche, alejar a Rubi de la sabiduría y del sol, ademas de que ahora debía pensar en una forma de convencer al de sangre que no era un enemigo o un espía.

Ambos estaban tan metidos en sus pensamientos que no notaron un par de ojos verdes mirándolos fijamente desde la cima de un árbol, asegurándose de que se fueran.

Esos ojos eran especiales, pues un corazón rojo intenso resaltaba en ellos.

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⏰ Última actualización: Apr 18 ⏰

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