: ̗̀➛𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙨𝙤𝙢𝙗𝙧𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙧𝙤𝙢𝙖𝙣𝙘𝙚, ¿𝙦𝙪é 𝙩𝙖𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙘𝙞𝙖𝙡 𝙙𝙚𝙗𝙤 𝙨𝙚𝙧 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙚𝙧 𝙖𝙢𝙖𝙙𝙤?
Una simple mirada a tu ser amado, ver el cambio mutuo con el paso del tiempo... ¿acaso podrías dejar de sentir la...
Yo no soy de fiar, y nunca lo seré, pero lo fui... lo fui hace tanto tiempo que me es imposible recordar.
Sin embargo, yo no deseo volverlo a ser pero, ¿por qué? Simple, la religión se convirtió en un estorbo tanto psicológico como social para mí, ¡sin intenciones de ofender!, para mí este catolicismo que tan protegido me hacia sentir, ahora solo me da náuseas y me genera estrés, al mirar a todas esas personas cometidas a un solo dios. ¿Por qué yo no siento esa pertenencia a este culto? ¿Por qué para mí no es más que solo una bola de extremistas desinteresados e hipócritas?
Azrael Quinn, ese soy yo, un chico gay de 17 años, con tan solo eso de denota mi problema con la religión. Todo el desagrado que siento es gracias a algo que no merece ser llamado religión, solo un simple y miserable culto, no se me tome a mal, no hablo de el catolicismo en general por más que suene así, sería estúpido generalizar de una manera tan desmedida. Yo hablo de la iglesia donde mis padres asisten, un montón de construcciones como otras de su tipo, con miles de personas siguiendo a sacerdotes que solo sueltan veneno, son peores víboras que "comadres de mercado", ¡lo juro!. Ugh...
Primero, debería explicar el verdadero origen de estas iglesias, ¿no es así?
Soy de un pueblo tradicional cercano a la ciudad, en este pueblo se originaron costumbres y tradiciones como en cualquier otro, sin embargo, hace 100 años, llegó este hombre, este viejo con ideas que "revolucionarían" nuestro pueblo. Creó una iglesia, donde comenzó a predicar la palabra de dios... pero eran puras falacias, su idea de una iglesia donde solo lo "tradicional" era aceptable, llego a la cabeza de muchas personas, tantas que llegaron a la ciudad. Tenían un millón de ideas locas: El apocalipsis que juzgaría a cualquier vil pecador, la exterminación de cualquier ser que tuviera el desfortunio de contradecirlos, además de que tenían rituales donde bebían la sangre de aquellas personas impuras para el perdón de sus pecados, en lo que más creían, era en la conversión de los homosexuales, pues para ellos eran los seres más impuros del planeta y debían ser convertidos a toda costa, a base de abuso y maltrato, por tanto, en cuanto tuve la oportunidad escapé de este pueblo, pero... mi suerte terminaría cuando mis padres se mudasen a la ciudad donde yo resido, siguiendo las creencias de estos locos.
Vivía con un tío que estaba en contra de todas las creencias de este culto, pues las creía extremistas e inestables, sabía que ellos habían lavado el cerebro de todas esas personas manipulables y desoladas, el me apoyaba y me hacía sentir apreciado. Sin embargo, no todo era color de rosas, aunque al principio todo estaba bien cuando recién mis padres se mudaron, al poco tiempo, mí tío, desdichado en verdad, falleció en un accidente automovilístico donde el culpable salió a la fuga después de escuchar a las preocupadas personas llamar al 911. Terminé de nuevo en la casa de mis padres, bajo su cuidado... bajo su tormento.
Todo el tiempo que había logrado alejarme de esta vida me dio una idea de como defenderme a mi mismo, sin embargo, no soy... o era completamente capaz de lastimar a mis padres, pues al final, siguen siendo mis padres y yo no puedo hacer nada para cambiarlo. Pase todas las vacaciones de verano en su casa, siendo lo más evasivo posible, aunque era difícil evitarlos cuando todo el tiempo estaban pidiéndome hacer cosas, aunque yo no era obligado a ir a sus reuniones con amigos, a las de la iglesia sí. Y no era nada fácil. Cada fin de semana me veía en un abrazo tortuoso con mis traumas del pasado, ¿quién les dijo a ellos que lo que más me asusta es sentirme acorralado por la tortura psicológica? Pues parece que lo sabían muy bien, porque era lo que constantemente usaban en mi contra para hacerme sentir terriblemente. Eso no era todo, también solían involucrarme en sus rituales extraños, a veces pensaba que eran un culto satánico... pero su obsesión por dios parecía darle el aire católico que querían.
Durante ese verano, me vi trabajando para distintas personas fuera de la iglesia, para ganar un poco de dinero para cuando volviera a la preparatoria, pues sabía que no iba a ser barato y mucho menos si mis padres no querían ayudarme. Al final, estuve pintando casas, paseando perros, podando cocheras, haciendo la compra, vendiendo chucherías mientras mis padres disfrutaban de su mejor vida en sus vacaciones, hacían viajes y compraban cosas realmente costosas. Mientras tanto, yo descubría nuevos talentos, por ejemplo, al no ser yo nativo de esa ciudad, tuve que ganarme la confianza de los vecinos y varias personas de la ciudad para conseguir trabajos y cosas que me mantuvieran alejado de mis padres. Aún cuando estuve fuera tanto tiempo, trabajando y hablando con muchas personas, no encontré personas agradables de mi edad, por tanto, solo conseguí amigos mayores, no de mi edad.
Para el final del verano, había juntado muy apenas 500 dólares, pues los trabajos más pesados requerían más esfuerzo, y cualquier cosa que generara dinero funcionaba, pero, no todos los trabajos pagaban bien, ni las personas eran tan amables conmigo, no los culpo, yo tampoco confiaría en un adolescente con vibras extrañas. Todo el tiempo que pase fuera de casa me ayudo a poder despejar mi mente sobre el reciente fallecimiento de mi tío y todas las nuevas ideas extrañas que se le ocurrieran a mis padres y a su iglesia. Pero no me prepare lo suficiente.
El final del verano se acercaba, y mis emociones se encontraban apagadas, decidí que debía conseguir un par de cosas para la escuela, baratas y útiles, no podía permitirme más. Durante aquellos días terminé encontrándome con alguien que tenía las mismas vibras que yo, me agrado tanto, pero solo pude verlo una sola vez... quizás para mi no sea eso de los amigos... a menos eso creí.
