Tus ojos dicen más que tu sonrisa.

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Ya había pasado un gran tiempo cuando Adam fue vencido por los pecadores del Hotel Hazbin, los medios de comunicación se aprovecharon de la noticia hasta que los televidentes se cansaron de ella, e incluso se inventaron teorías conspiratorias sobre una nueva amenaza. La posibilidad de que el cielo haga un contraataque por haber matado a Adam está causando mucho pánico.

Aunque eran simples paranoias, Lucifer no quería tomar riesgos, en cierto modo los que inventaron esos rumores tenían algo de razón. Los serafines no se quedarían de brazos cruzados, así que decidió quedarse junto a su adorada hija para ayudarla por si algún inconveniente peligroso se presentase.No confiaba en las medidas de seguridad del hotel, sabe perfectamente que Vaggie haría cualquier cosa por proteger a Charle, pero no era tan fuerte como para luchar en contra de algún ángel de mayor rango que Adam y el arma secreta del Hotel resultó ser un total fraude, Alastor decía más de lo que podía hacer, así que ahora él será su nuevo escudo protector.

Con todo el caos que se ocasionó, los pecados también empezaron a involucrarse, todos acordaron que por ahora es mejor encontrar la manera para evitar que el cielo desate la guerra en contra del infierno, ninguno de los pecados quería entrar en una batalla innecesaria, así que ellos tenían que organizar alguna junta con los ángeles de mayor rango para evitar la guerra.

Lucifer recibía un montón de documentos y tratados que debía revisar, por ahora los pecados no podían reunirse para planificar bien su estrategia, así que todo se quedaba en hojas de papel y mensajes electrónicos.

— Odio este trabajo...— Susurró estirándose mientras intentaba seguir leyendo los montones de papeles que estaba en su escritorio.

El cansancio y la frustración se apoderaron de él, con toda la carga de trabajo, no ha tenido tiempo para convivir con su adorada hija, incluso extrañaba la grata compañía de los inusuales huéspedes del hotel. Los primeros días conviviendo con ellos fueron divertidos, hasta su relación con el demonio radio se volvió menos tensa, incluso le dio la oportunidad de acompañarlo en una agradable noche de copas y mostrarle sus patos de hule, en esa noche se dio cuenta que Alastor puede ser encantador en ciertas ocasiones, aunque no iban a dejar de molestarlo, hacer eso se volvió parte de su amistad.

En esos momentos le gustaría tomar una copa y pasar un tiempo con él, hace días le dijo que le presentaría a una de sus amistades del barrio canibal, pero obviamente por culpa de su trabajo no ha tenido tiempo. Pero aunque le encantaría salir a socializar, en estos momentos debe de tomar el papel como gobernante del infierno. Además, Charlie también está ayudándolo y dirigir el hotel, todo al mismo tiempo, aunque claro aún no han tenido nuevos huéspedes, el hotel estuvo en la mira de los medios de comunicación y en la boca de todo el infierno, aunque solo era por la batalla que tuvieron, es una publicidad que Charlie no desaprovecharía. Asi que no podía dejarle toda su carga de trabajo y que salga afectada por su holgazanería. 

Lucifer estaba tan metido en sus pensamientos que se sobresaltó y casi se cae de su silla cuándo escuchó un pequeño toquido.

— Alguien vinó a verte papá— Charle había entrado a su oficina, normalmente se alegraba de verla, pero en esta ocasión se sentía tan cansado que ni siquiera la hermosa sonrisa de su hija le levantaría el ánimo.

— No quiero recibir a nadie... — Hizo un puchero, seguido por un quejido, sabía bien que se trataba de más documentos por revisar.

— Di que no estoy...—

— Papá no seas descortés, posiblemente sea muy importante para resolver todo este lío —

—Bien, pero este es la última cosa que recibiré hoy, no pienso quedarme encerrado en esta oficina una semana más —

Forzado por el placer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora