TENTACIONES [Yoontae]

BAD

Me desperté con un dolor punzante en la cabeza. Gemí, extendiendo la mano para acariciar la fuente de mi malestar. Una punzada de dolor me recorrió la columna cuando intenté flexionar el ala. Oh Dios, ¿caí al suelo? ¿Estoy muerto? ¿Por qué me despertaría entonces? Para empezar, ya estaba muerto.

"Estás en muchos problemas, Kim", advirtió la voz de mi compañero de cuarto, casi asustándome hasta la muerte.

No, no estoy muerto pero estoy a punto de estarlo.

Abrí los ojos con mucha dificultad solo para cerrarlos una vez más cuando la luz que se filtraba por la ventana me quemó los ojos. La mano de alguien se posó sobre la mía, bajándola de mi cabeza y posándola sobre mi estómago. Abrí los ojos una vez más, entrecerrándolos contra la luz brillante.

Parecía ser temprano en la mañana porque podía escuchar ese molesto pájaro piando afuera de mi ventana como lo hace todas las mañanas. Estaba acostado en mi cama con las alas extendidas sobre ella. Se me heló la sangre al ver el ala izquierda doblada, con las plumas cubiertas de sangre seca y tierra. Jimin y Hoseok estaban parados junto a mi cama, mirándome con una mezcla de miedo y preocupación. Me encontré buscando a Yoongi en la habitación.

No estaba en ningún lado. Ni siquiera en el rincón más alejado junto al tocador. No sé por qué, pero mi corazón pareció apretarse y mi estómago dio un vuelco incómodo.

"¡Convocaste a un demonio en el cielo! ¿Por qué, Taehyung?" Jimin exclamó, con los labios fruncidos.

"Yo-yo-" Me detuve, con la garganta seca y rascándome por la falta de uso. Tosí antes de continuar: "Necesitaba ayudar a mis padres".

"¿Tus padres? ¿Qué les pasó?" Intervino Hoseok, con sus brillantes ojos marrones muy abiertos por la preocupación.

"F-fueron sorprendidos contactando a un demonio. Están siendo desterrados al i-infierno", tartamudeé, cerrando los ojos con fuerza mientras las lágrimas amenazaban con caer.

Ambos hombres jadearon de sorpresa. ¿No lo sabía Jimin ya? Él es el sirviente de Namjoon, así que tenía que haberlo sabido. Tal vez no se lo dijeron porque Jimin y yo somos cercanos y eso habría afectado su trabajo.

"¿Así que tú mismo no convocaste a un demonio cualquiera, sino al Príncipe del Infierno para salvar a tus padres?" El ángel de cabello rosado cuestionó lentamente como si él mismo todavía estuviera comprendiendo la información.

"No tenía otra opción. Él puede tentar a Namjoon para que los deje ir. Además, él no es como los demonios de los que nos hablaron. ¡Es dulce y cariñoso!" Grité, sentándome en la cama. Gemí cuando picos de dolor recorrieron mi columna cuando moví mis alas. Mi ala derecha se envolvió alrededor de mí cuando logré sentarme.

"Está bien, está bien, podemos arreglar esto. Podemos ayudarte", murmuró Hoseok y Jimin asintió con la cabeza.

"Podrías habernos dicho desde el principio. Te habríamos ayudado".

"No quería que ustedes salieran lastimados".

"Te abofetearía ahora mismo, pero ya estás lo suficientemente herido", bromeó Jimin, riéndose suavemente.

"Lo que me recuerda, ¿caí al suelo?" Pregunté, señalando mi ala dolorida.

"No estamos exactamente seguros. Tendrás que preguntarle al demonio. Lo único que sé es que entró a la casa en mitad de la noche, llamándome a gritos. Estaba aterrorizado porque un hombre extraño cargaba a mi compañero de cuarto desmayado. Te acostó en la cama y comenzó a explicar lo que pasó. Llamé a Hoseok poco después y aquí estamos", explicó Jimin, mirando por la puerta de mi habitación donde probablemente estaba Yoongi.