PLAN DE BELLEZA

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CAPITULO 666

Dingding levantó la cabeza y vio a un hombre vestido con una sencilla bata blanca. Tenía unos treinta años. Los años habían tallado líneas en las comisuras de sus ojos, pero eso aumentaba su encanto indescriptible. Los ojos de Ding estaban enrojecidos e hinchados, y preguntó entre sollozos: "¿Quién eres tú otra vez? ¿Conoces a la persona de ahora? ..."

El hombre miró tranquilamente al final de la calle y dijo con calma: "Mira, ¿no vino?".

Ding Ding estaba muy sorprendida. Cuando miró hacia arriba, vio a Xiao Fengqing siendo conducido por lo que parecía un viejo chambelán del palacio. No pudo evitar vitorear, le dio una palmada en el hombro al hombre que estaba a su lado y dijo con una sonrisa: "Tío, realmente te tengo, de lo contrario no sabría dónde encontrarlo".

Xiao Fengqing se acercó lentamente, miró a Xiao Fengming frente a ella y lentamente se arrodilló: "Su Majestad".

"Su Majestad... Su Majestad... ¿Su Majestad?" Dingding se dio la vuelta sorprendido y tartamudeó a Xiao Fengming, que estaba tan cálido como la brisa primaveral.

Xiao Fengming le sonrió levemente, luego dio un paso adelante para ayudar a Xiao Fengqing a levantarse y suspiró suavemente: "Si no te echo, ¿realmente no querrás verme de nuevo?" Ella, y ella no lo había visto en más de tres años. Al verse, parece como si hubiera pasado toda una vida. Todos los eventos pasados ​​están pasando ante mis ojos, y no sé cómo empezar desde el principio.

"Vamos". Xiao Fengming miró al delgado Xiao Fengqing, con un leve brillo de agua en sus ojos: "Sígueme y toma una copa de vino".

Extendió la mano y tomó su mano. Los ojos de Xiao Fengqing brillaron levemente, pero ella se separó y se hizo a un lado: "Su Majestad, por favor——"

Xiao Fengming miró sus palmas vacías y sonrió amargamente, pero ya no se obligó a abrir el camino. El eunuco Lin a un lado suspiró: "Su Alteza, el Emperador realmente quiere reunirse con Su Alteza. Su Alteza no sabe que el Emperador ha estado trabajando muy duro en los últimos años ..."

Xiao Fengqing miró a Xiao Fengming que caminaba al frente por un rato y luego dijo: "Lo sé... lo siento por el emperador. Ya no estoy calificado para llamarlo tercer hermano. Feng".

El eunuco Lin suspiró y se limitó a negar con la cabeza. Xiao Fengqing lo siguió, pero cada paso pesaba como mil libras. Ding Ding estaba confundida, pero después de pensarlo, ella todavía lo siguió. Estaba llena de dudas y quería preguntarle a Xiao Fengqing, pero a pesar de que él llevaba una máscara de piel humana, su cuerpo pesaba tanto que no podía hablar.

Finalmente, después de caminar media hora, llegamos a una tranquila casa de bambú. Todo el interior está hecho de bambú, y las mesas, sillas y tapetes están impecables. El viento sopla, llevándose el calor del exterior y haciéndolo aún más fresco. Ding Ding miró a su alrededor con curiosidad. Xiao Fengming sonrió ante su inocencia y le dijo: "Señorita Ding Ding, si le gusta, deje que el eunuco Lin la lleve".

Al ver que era amable y amigable, Dingding no tuvo escrúpulos e hizo un puchero: "No soy un niño..." Aunque dijo esto, sus grandes ojos espirituales seguían mirando hacia afuera. Xiao Fengming miró al eunuco Lin. El eunuco Lin dio un paso adelante con una sonrisa: "Señorita Dingding, hay un estanque frente a usted. En él hay carpas de colores. Cada una mide tres o cuatro pies de largo".

Dingding se puso feliz: "Entonces voy a echar un vistazo. Este abuelo me llevará a echar un vistazo".

El eunuco Lin se la llevó con una sonrisa.

Xiao Fengqing la vio irse, luego exhaló un suspiro de alivio y se sentó en el banquete: "Ella es la sobrina de Zhang Jianjun. No tiene padre ni madre desde que era niña. Solo su abuelo la llevó por todo el mundo. Su Majestad "Si puedes, una vez que el caso de Zhang Jianjun termine, enviémoslo a él y a su nieto fuera de la capital".