Para El Resto De Nuestra Vida [GL]

04

A veces parece inesperadamente alienada e inaccesible (1)

Cuando regresó a casa, Xiao Yuqing se cambió de zapatos y fue directa a la cocina, guardó los ingredientes que no había utilizado en la nevera y, a continuación, puso en la palangana los ingredientes que se utilizarían para la cena.

Lin Xian, por su parte, se cambió de zapatos y fue a su habitación a buscar un lugar donde esconderse, con la bolsa de "Sophie" en la mano.

Cuando Xiao Yuqing se quitó el delantal del gancho de la pared y estaba a punto de ponérselo, oyó la voz de Lin Xian que venía desde un poco lejos con una pequeña sonrisa: "Deja que te ayude con eso, ¿quieres?".

Mientras se ponía el delantal, Xiao Yuqing volvió a mirar a Lin Xian. Lin Xian llevaba un nuevo par de zapatillas de chinchilla y la miraba con una brillante sonrisa en la cara. Xiao Yuqing sonrió y contestó: "No, no hay mucho trabajo, puedo sola". Reflexionó un poco y dijo con dulzura: "Probablemente aún quede algo de tiempo antes de que la cena esté lista, así que si te aburres, puedes ir a visitar las distintas habitaciones. No pienses en ninguna preocupación, trátalo como si fuera tu casa".

Lin Xian sonrió, pero curvó las comisuras de sus labios, sus ojos se llenaron de una sonrisa tensa, "¿Descubriré accidentalmente algún pequeño secreto notable?"

Los limpios y hermosos ojos de Xiao Yuqing brillaron con algo de duda, desconcertados, "¿Cómo qué?".

Lin Xian rió y guiñó un ojo, pero no respondió a la pregunta, diciendo: "Mejor me quedo y te ayudo. Es mejor esperar a que me lleves contigo cuando visitemos la habitación".

Xiao Yuqing rió ligeramente, al ver su insistencia. No tuvo más remedio que transigir: "Toma, entonces, ¿ves las zanahorias de la encimera? ¿Puedes pelarlas por mí?".

Lin Xian sonrió ampliamente e hizo un gesto de saludo, respondiendo cómicamente: "¡Como desee, Majestad!".

Xiao Yuqing no pudo evitar tolerarlo.

La velocidad de Lin Xian al pelar era sorprendentemente rápida, y en poco tiempo, completó la tarea con éxito y pidió la siguiente tarea. Xiao Yuqing le asignó pelar el ñame, que era un poco más difícil.

"¿También eres así de buena en casa?" Al ver la limpia acción de pelar de Lin Xian, Xiao Yuqing no pudo evitar sentirse confundida.

Lin Xian movió sus ojos del ñame a Xiao Yuqing, frunció las cejas y dijo taimadamente: "Deberías preguntarle a mi madre sobre esto. Digo que soy buena, tengo la sospecha del viejo rey vendiendo melones y presumiendo1".

Xiao Yuqing rió ligeramente, mirando los ojos de Lin Xian llenos de disfrute y afecto. Cortó las zanahorias en tiras para el plato y de repente exclamó: "Parece que sería bonito tener una hija como tú".

Lin Xian se sobresaltó un poco, y enseguida dijo con justificado disgusto: "Así es, has dicho que mi madre es muy afortunada por tener una hija como yo, pero todavía no sabe apreciarlo, y me disgusta por esto y por aquello todos los días."

Xiao Yuqing consiguió que le hiciera gracia la desvergüenza de Lin Xian y dijo divertida: "¿No te jactas ahora de venderte como un rey?".

Lin Xian ladeó la cabeza, su coleta alta se movía suavemente con sus movimientos. Sonrió y preguntó a Xiao Yuqing a su vez: "¿Crees que estoy presumiendo?".

Xiao Yuqing se quedó ligeramente atónita, sus ojos sonrieron suavemente mientras respondía suavemente: "Bueno, no lo creo, lo que has dicho es verdad".

Los ojos sonrientes de Lin Xian se curvaron, satisfechos y felices como un Samoyedo que hubiera sido esponjado2.

Sin embargo, poco después, Xiao Yuqing quiso morderse la lengua y retractarse de las palabras que acababa de decir alabando a Lin Xian por ser una buena chica. Cuando Xiao Yuqing terminó de freír los dos platos y empezó a manipular las gambas frescas, su buena ayudante, Lin Xian, empezó a burlarse de ella.