1. Calor de verano

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Después de dos semanas interactuando en línea, finalmente voy a encontrarme en persona con ese chico melancólico que solía compartir sus penas sobre su separación sentimental, es curioso cómo todo empezó.

Un día ordinario recibí un mensaje de un extraño, un simple y banal "hola". Al principio ni siquiera pensaba responder, suficiente tenía con la gente que ya conocía como para añadir a alguien más a la lista de posibles traidores, así suelo llamarle a las personas luego de lo que me sucedió con mis "mejores amigas"; sin embargo, después de pensarlo por unos minutos le terminé respondiendo.
Empezamos charlando de forma típica, Luka se presentó y hablamos sobre nuestras vidas sin incidentes, hasta que mencionó a su ex y su reciente ruptura, lo cual lo tenía muy afectado. Intenté consolarlo, recordándole que las cosas mejorarían, que todo tenía un motivo; mi intención principal era confortarlo, como yo desearía que hicieran conmigo, después de un rato, la conversación se detuvo, pero desde ese punto en adelante, Luka y yo no pasábamos un día sin hablar. Le compartí mi desilusión con Omar, quien resultó ser alguien conocido por él. Descubrí que Luka era primo de Omar y compartía mi opinión sobre él. Con el paso de los días, su interés por mí se hizo evidente, lo que nos llevó a pactar un encuentro en persona después de dos semanas de charlas.

—Ya estoy listo — dije enviando un mensaje de voz a Hannia, mi mejor amiga.

—¡Qué emoción! ¿Es guapo? ¡Cuéntame todo cuando regreses!— respondió casi inmediatamente.

Después de leer el mensaje, sonreí al celular y comencé a sentir nervios, ya que había pasado mucho tiempo desde la última vez que conocí a alguien en línea y mis padres no aprobaban este tipo de situaciones. Además, ellos y mis hermanos, mi hermano sobre todo; seguían viéndome como una chica, había empezado mi transición hace un año y aún era difícil aceptarlo para ellos, entonces para evitarme problemas tuve que mentir; les dije a mis padres que iría a hacer ejercicio al parque, pues, ahí era dónde lo vería.

Al ver que me estaba quedando sin tiempo, respiré hondo para tranquilizarme, cogí mis patines y salí de casa. Durante el camino hacia el parque, mi mente se llenó de pensamientos como: "¿Cómo será él?", o "¿Le gustaré al verme en persona?".

A medida que me aproximaba al parque, los nervios regresaban a mi cuerpo. Para distraerme, opté por patinar mientras esperaba a Luka. Aunque llegué con diez minutos de anticipación, comencé a inquietarme a medida que el tiempo pasaba, entonces por fin lo vi: un hombre delgado, de estatura alta, pelo negro, vestido con una camiseta sin mangas.

—Hola, ¿Llevas mucho aquí?— preguntó serio, me quedé en silencio y negué con la cabeza, luego lo saludé con un beso en la mejilla, ambos nos sentamos en una banca, No pude prestarle atención a lo que Luka hablaba, solo sentía la aceleración de mi corazón y veía sus labios moverse sin comprender las palabras que decía antes de que se detuviera.

—Kyle, ¿Estás bien?— preguntó haciendo que dejara de pensar en mis cosas.

—¿Qué? Sí, solo que...— de pronto vi detrás de Luka a mi hermano, enojado, viéndonos directamente, yo comencé a temblar.

—¿Solo que, qué?— preguntó preocupado al ver mi reacción.

—¿Notaste al chico que está ahí?— mencioné intentando ocultar mi nerviosismo, en este momento ya me costaba respirar

—Sí, ¿Por qué lo preguntas?— respondió Luka sin entender

—Es mi hermano, tengo que irme, perdón, otro día nos vemos— dije apresurándome a tomar mis cosas.

—¿Por qué sería malo que nos haya visto? ¿Crees que podría hacer algo?— preguntó sin desviar su mirada de mí

Callé, sintiendo distintas emociones al notar que mi hermano nos miraba, sabiendo que podía decirle a mamá que estaba con alguien desconocido. Decidí regresar a casa a pesar de estar listo para afrontar las consecuencias con tal de seguir viendo a Luka, así que reuní el coraje y finalmente hablé

—Estoy agradecido de que hayas venido, disfruté mucho de tu compañía aquí, pero debo irme— suspiré con la mirada hacia abajo

—No hay inconveniente, pero ¿Te gustaría encontrarnos otro día?

Opté por no decir nada y solo mover la cabeza en señal de acuerdo, dándome cuenta de que mis mejillas se habían sonrojado. Le di un beso en la mejilla a Luka y luego me fui a casa. En ese momento, mi mayor preocupación era no meterme en problemas si mi madre se enteraba de lo sucedido. Así que decidí crear una historia sobre mi encuentro con Luka en el parque, explicando por qué no estaba solo como había mencionado antes.
Al regresar a casa, me apresuré a compartir con Hannia lo que sucedió. Mi mejor amiga se sintió feliz al escuchar sobre mi situación con Luka, pero me recomendó ser precavido con mis emociones para no salir herido. A pesar de haber tenido malas experiencias amorosas en el pasado, confiaba en Luka, lo cual me parecía extraño dado que siempre fui desconfiado.

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