Ojos azules

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Un día te encontré acongojada en una de las jardineras de la escuela, escondido entre unas matas de maleza, asustado por niños de enfrente que reían y jugaban, por eso no escuchaste cuando te tome, mordiste y sacaste las garras, pero resistí el dolor, te metí en mi mochila para que nadie te viera, y recé porque no lloraras, por suerte no lo hiciste, te lleve a casa, aunque dormía en el cuarto de servicio, me fue conveniente, tenerte ahí sin que mi padre se dieran cuenta, tenía que mantenerte a salvo, y parecía que lo entendías, me entendías muy bien, te acercabas en la noche y ronroneabas hasta que nos quedábamos dormidas, en el pequeño colchón sucio y viejo.

Sabías cuando lloraba por qué maullabas muy bajito para mi, como dándome esperanza tus hermosos ojos azules iluminaban mi día, no podía esperar a regresar a de la escuela para verte.

La situación se puso difícil con mis papás, mi padre se ha ido y mi madre está enojada todo el tiempo, yo no  esperaba su regreso, pero me dolia ver a mi madre así, aunque los golpes de papá son dolorosos habia un agujero en mi corazón que dolia mas .

Un día un amigo de mamá, el policía que nos auxiliaba cuando papá se salía de control, me dijo que lo acompañara a ver a mi papá, yo accedí y fui con el, sin embargo llegamos a una casa, donde habían otros tipo que no conocí, retrocedi, pero me di cuenta que algo estaba mal, que tal vez de esa casa no iba a salir,me tuvieron varios dias, no podria saberlo, perdi la nocion del tiempo y no veia la luz del sol. Todos y cada uno de ellos abusaron de mi, por más que suplique, al final ya no sentía mucho, no recuerdo cómo acabé en el suelo de la cochera, 

solo recuerdo haber despertado y ver tus ojos azules corriendo hacia mi, ronroneas en mi rostro, quise acariciarte y decirte que todo estaba estaba bien, que fueras a casa, no queria que te hicieran daño, derrame la última lágrima en rostro, por el dolor de no poder explicarte que tal vez ya no me verías. Mi último aliento fue muy cerca de ti rostro. De pronto el dolor desapareció, me encontré viéndome acostada y a ti cerca de mi, buscando con ronroneos y oliendo mi cara, como siempre me despertaba, pero oliste algo nuevo, te paraste en seco, te giraste y te sentaste viéndome con esos grandes ojos azules, como esperando una indicación.

Podías verme?

Pero el policía entró, te pusiste en alerta, el te corrió y saliste a la calle, maullaste por todo lados, los vecinos se alertaron, algunos gatos te contestaron, muchas mascotas salieron, corriendo a tu dirección, mientras yo era introducida a una bolsa negra, me cargaron para llevarme al auto que estaba en estacionado en la calle, sin saber que decenas de gatos se habia reunido.  primero la sorpresa, quisieron no tomarlos en cuenta , pero los gatos pronto atacaron, pude ver tus ojos furiosos, que atacaron al policía, que gritó de dolor, e hizo de todo pero saliste triunfante con un ojo, el tipo se tiró al suelo aullando de dolor, muchas personas se aglomeraron intentando ayudar, fuera cuando vieron una pequeña mano salir de la bolsa, lo gatos había roto la bolsa en la pelea. Al parecer tu venganza fue un éxito, después de atraparlo a él y su amigo, sería sencillo encontrar a los demás,los vecinos furiosos, entraron a la casa, el maldito tenía un niño encerrado en uno de sus cuartos, al parecer era un niño que se había extraviado esa tarde. Mientras tú estabas sentado viendo como los vecinos golpeaban a los hombres y los amarraban, satisfecho de tu obra, así como de ojo que yacía a tus pies, tus amigo gatunos se había ido, pero tú seguías ahí inamovible.

Me miraste , yo intenté decir algo, pero al parecer no tenía que decirte, las gracias no bastarían, solo incliné mi cabeza en señal de agradecimiento y tú inclinaste la tuya para saborear el ojo en el piso, no sin apartar sus redondos ojos azules de los míos, al acabar, sabía que era mi tiempo de irme, pareció que lo entendías, te acercaste buscando un cariño, toqué tu suave pelaje y acaricié detrás de tus orejas y en tu cuello, como te gustaba, retrocediste un poco te vi correr a enredarte en las piernas del pequeño niño que habías salvado.

Gracias Blue eyes. Te veré pronto. 

Relatos gatunos y otrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora